Los vecinos de la isla Orcas, en el estado de Washington se cansaron de las falsas promesas de las operadoras de Internet de la zona que únicamente ofrecían a precio de oro una conexión intermitente y de mala calidad con picos máximos de 700 Kbps para los habitantes de este lugar. Ni cortos ni perezosos decidieron optar hace un par de años por aplicar el dicho de “si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo” y con ese objetivo se pusieron manos a la obra para crear una red de Internet propia con la que contar con más velocidad.

Más de cincuenta viviendas de esta isla ya cuentan con un acceso a Internet acorde a los tiempos actuales, gracias al trabajo de la asociación sin ánimo de lucro  DBIUA que idearon un método para contar con Internet instalando receptores de radiofrecuencias en los propios árboles del pueblo. Estas radios reciben la señal de otro repetidor instalado en lo alto de un depósito de agua que a su vez la recibe desde otra antena situada en el continente.

Para evitar una pérdida de la señal se han instalado hasta 200 dispositivos en árboles y tejados de viviendas situados estratégicamente. De hecho, en su elección ha influido el uso de un dron que se encargaba de medir la calidad de la señal en los distintos puntos para elegir la mejor ubicación de las radios. Gracias a este sistema los habitantes de Orcas cuentan con una conexión de no menos de 20 Mbps con picos incluso de 30 o 40 Mbps.

Hasta 40 megas de Internet sin cortes por 75 dólares al mes

Cada radio está conectada mediante un cable a una vivienda por lo que los ciudadanos se encargan de suministrar energía a la radio a la vez que cuentan con routers Wi-Fi para poder acceder a Internet. Uno de los secretos del éxito de esta red es que utiliza las frecuencias situadas en la banda de 5,8 GHz y 3,65 GHz por lo que no se enfrenta a la saturación de espectro de 2,4 GHz.

El coste total de esta red ha rondado los 25.000 dólares y los usuarios han tenido que abonar un coste de 150 dólares para ser miembros de la asociación y una cuota de 75 dólares mensuales por contar con este servicio. Con esto se cubren tanto los costes de financiación iniciales como la cuota de 900 dólares mensuales que hay que pagar a la compañía StarTouch por el ancho de banda que ofrecen a través de ciertas torres. Un coste que en la isla de Orcas han asumido gustosamente con tal de tener una conexión con todas las garantías.

El éxito de esta red de Internet vecinal ha sido el desarrollo progresivo, adaptando un crecimiento de la demanda controlado de cara a no perder calidad en la señal, con un lento incremento de nuevos vecinos. Además, los costes de mantenimiento por el momento no son elevados por lo que hasta que las operadoras decidan instalar una red de fibra óptica con garantías, esta solución propia parece ser la mejor alternativa para cubrir la necesidad del acceso a Internet en la región.

¿Pagarías un precio similar de cara a conectar con una conexión de banda ancha veloz en una zona sin cobertura para ello?

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Fuente: Ars Technica | adslzone