Redes

Orange ha puesto a disposición de sus usuarios un interesante cambio que afecta a la forma en la que se comunican, y desde el operador han anunciado también cuándo estiman que el 2G va a empezar a apagarse, siendo mucho antes de lo esperado.

El pasado mes de julio conocimos que Google iba a construir un nuevo cable submarino entre Estados Unidos y Francia. Ese proyecto sería el siguiente en lo que ya empieza a convertirse en una obsesión por dominar y mejorar la conectividad mundial. Con Faster, el cable submarino entre EE. UU. y Japón, ya desplegado, el gigante de Internet tiene otros tres más en marcha además del que nos ocupa en este artículo. La última novedad es que Orange participará en la instalación del cable submarino Dunant de Google.

OVH es uno de los servicios de alojamiento de páginas web más utilizado a nivel mundial. Su uso está muy extendido sobre todo en el sector empresarial, con servidores dedicados y otros alojados directamente en la nube. Esto hace que su infraestructura web sea vital para el funcionamiento de muchas empresas, que se están encontrando hoy que no pueden acceder a sus servicios y no pueden operar con normalidad.

Cada vez utilizamos más Internet en nuestras vidas, pero en casa, la calidad de Internet es especialmente importante, tanto para el uso cotidiano como para teletrabajar. Un sistema cada vez más extenso. Es entonces cuando nos damos cuenta que el WiFi puede ser insuficiente y que necesitamos una conexión cableada para que Internet vaya mejor y más fluido.

Philips es uno de los principales fabricantes en el sector de la iluminación, y su vinculación con la tecnología es máxima desde años atrás. Con tecnologías como Hue han pretendido mantenerse siempre a la vanguardia. Pero ahora toca el turno de apostar por el LiFi que, como ya sabemos, es la tecnología de conectividad inalámbrica basada en la luz visible. Y para ello, Philips ya está sirviéndose de sus luces LED. Así que estamos cada vez más cerca de una propuesta comercial por su parte.

Los cables submarinos de Internet que se encuentran en el fondo de los océanos y conectan entre sí países y continentes tienen una importancia capital en las telecomunicaciones. Desde 1966, fecha en que terminó de instalar el primer cable, se han instalado centenares de ello. Además, acabamos de conocer que el Britain’s National Physical Laboratory (NPL) planea utilizar los cables submarinos de Internet como detectores de terremotos.

La conexión por cable es una conexión que utiliza un cable de fibra óptica que debe ser instalado en tu casa cuando solicitas el servicio a un proveedor de internet. Este cable es similar al que provee la señal de televisión, que es conectado a un módem y este a su vez se conecta por medio del cable Ethernet. Pero, ¿qué podemos hacer si ni por esas podemos establecer una red a Internet buena? La solución está en el PLC.

La Agenda Digital Europea 2020 marca varios objetivos, siendo uno de los más ambiciosos el ofrecer un mínimo de 30 Mbps a toda la población que vive en los países miembros y más de 100 Mbps de velocidad de navegación por Internet a la mitad de esta población. Cada país debe ir haciendo los deberes para cumplir con las fechas y quedan por delante poco más de 2 años para ofrecer un mínimo de 30 Mbps a toda la población. En España todavía quedan casi un 30% de ciudadanos sin esta velocidad…

El WiFi y las señales inalámbricas nos rodean constantemente en nuestro entorno, sobre todos si vivimos en edificios con decenas de pisos. También se encuentra presente en lugares públicos y en prácticamente cualquier sitio. Por ello, desde Podemos afirman que quieren eliminar su presencia en población sensible, como es el caso de los niños y las escuelas, por ser dañino. ¿Qué hay de cierto?

En ocasiones se ha planteado la posibilidad de crear una red galáctica de Internet que nos permitiera comunicarnos en un eventual contacto con una raza alienígena. El problema radica, entre otros miles de cosas, en el considerable espacio que deberíamos abarcar con esta red. No obstante, una reciente simulación habla de utilizar el sol como “faro” emisor de señal para construir una red galáctica de Internet. Eso sí, nos llevaría 300.000 años terminarla.

Son tres las bandas prioritarias para el 5G identificadas por el gobierno de nuestro país. La principal serán los 3,5 GHz, banda en la que ya se ofrece el servicio. Sin embargo, la verdadera revolución llegará cuando se subasten los 700 MHz, una banda baja que permite mayor alcance y cobertura. Finalmente, tendremos la banda de 26 GHz capaz de ofrecer máxima velocidad, pero a distancias muy cortas. Después de muchas idas y venidas, el gobierno ha publicado la fecha oficial para la subasta, además del calendario que deben seguir los operadores para desplegar el mejor 5G en la banda en cuestión.

Actualmente, el mejor estándar de WiFi para jugar es sin duda el 802.11ac, o WiFi 5. Con él, tenemos la menor latencia posible, además de una excelente estabilidad si estamos cerca del router, y con una buena velocidad. Sin embargo, este estándar lleva sin actualizarse desde 2013, y por ello ya están empezando los primeros routers y los primeros móviles con WiFi 6, también llamado 802.11ax, y que va a ser clave para gaming.

España es uno de los países líderes europeos tanto en cobertura como en penetración de las conexiones de fibra FTTH. Sin embargo, detrás de este dato positivo también hay otro: actualmente hay casi dos millones de kilómetros de fibra apagada u oscura en territorio nacional.

Las ofertas de fibra óptica se han caracterizado durante años por acabar con el dichoso «hasta» del ADSL. Si un operador de ofrecía 100, 300 o 600 Mbps simétricos, esa es exactamente la velocidad que te llega a casa. Sin embargo, las conexiones de fibra de 1 Gbps y 10 Gbps están volviendo a tener que poner, en la letra pequeña, que esa no es la máxima velocidad que se puede alcanzar. ¿Por qué ocurre eso?

A todos nos ha pasado: hemos llegado a un sitio donde encontramos redes WiFi disponibles, y todas están protegidas por contraseña de manera que no podemos acceder a ellas. Sin embargo, hay algunas apps que prometen hackear una red WiFi, y vamos a explicar por qué no es posible hacerlo. Al menos no con un móvil.

Siempre que nos conectamos a Internet, nuestro operador nos asigna una dirección IP. Esta dirección contiene mucha información sobre nosotros, y cualquier persona puede saber qué descargamos a través de torrent con ella (aunque se “camufla” si nuestro operador usa CG-NAT Sin embargo, con esa dirección no podemos ubicar con exactitud a alguien, o al menos su casa o la ubicación del router. ¿Por qué?

Navegar por Internet a través de WiFi es la opción más utilizada por los usuarios. Y no es para menos, ya que casi todo el mundo tiene una conexión inalámbrica en sus hogares para no gastar el bono de datos móviles que tienen contratado con sus operadores. Sin embargo, algo puede fallar y provocar que no aparezca la red del router en el móvil o en otros dispositivos que tengas en casa.

Hace unos años, tener una dirección IP fija no era algo extraño. Sin embargo, conforme empezaron a escasear las direcciones IPv4, los operadores empezaron a ofrecer por defecto direcciones IP dinámicas que cambiaban en cada reconexión para ir asignándolas de manera más eficiente a los usuarios. La IP fija quedó como algo opcional que los usuarios que la quisieran podían activar, y posteriormente pasó a ser una funcionalidad de pago. Ahora, todos los operadores cobran por ella, pero no todos cobran igual.

Si Internet te funciona lento y has comprobado con un test de velocidad que no te llegan toda la velocidad de Internet que has contratado, hay varios motivos que lo explican. En cualquier caso, lo que está claro es que todo usuario quiere siempre la mejor conexión. Sin embargo, son varios los factores que explican que tengamos una menor velocidad que la habíamos contratado con un operador.

En los últimos tiempos hemos conocido formas muy curiosas de robar los datos, incluidos los sonidos generados por el procesador y los ventiladores del mismo o el calor desprendido. No obstante, hoy volvemos con otra peculiar forma de conseguir datos. En esta ocasión, un malware y las luces LED del router son los únicos elementos necesarios para conseguir ese bien tan preciado.