El periódico elmundo.es se hace eco de un estudio publicado en la revista Academia y que confirma los malos resultados cosechados por el cine español en el recién clausurado 2010. Desde enero del pasado año hasta septiembre, las producciones españolas arrancaron en las taquillas la pobre cifra de 30 millones de euros. Esta marca queda como la peor conseguida desde 2002, y supone un claro descenso respecto a los 41,6 millones conseguidos en 2009.

La calidad de las películas parece atraer más bien poco al público español. Si en 2009 hubo títulos como "Celda 211" o "Ágora", que tuvieron una buena acogida entre los espectadores, poco parece que podrán mejorar algunas cintas estrenadas en el último cuarto de 2010 -la nominadísima "Balada triste de trompeta" o "También la lluvia"- para que los resultados finales del pasado año se vean maquillados.

Las cifras, a la espera de la confirmación por parte del Ministerio de Cultura, van encaminadas a convertir 2010 en el peor año de recaudación de la década las salas para el cine español. Sin embargo, el ritmo de las subvenciones concedidas a esta industria ha crecido en los últimos tiempos. En 2009 conocíamos el aumento de las ayudas por parte del Estado a los guionistas españoles y el pasado mes de octubre se acusaba a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, de haber aumentado las subvenciones al cine nacional de forma fraudulenta, hecho que se apresuró a desmentir la titular de Cultura y ex presidenta de la Academia del Cine.

El tema de las subvenciones al cine español y el aumento tras la llegada de González-Sinde también fue denunciado en su momento por la Asociación de Internautas. Además, han sido numerosas las voces críticas considerando inadmisible que esta industria se sostenga por las ayudas más que por lo recaudado en taquilla. Muchos usuarios también se han quejado sobre el precio de las producciones españolas en taquilla, al mismo precio que la competencia, a pesar de haber sido subvencionadas con dinero de los propios usuarios.

Desde la industria, por contra, el problema parece se achaca a los hábitos surgidos con la evolución de Internet. A pesar de que las películas españolas no son precisamente las más descargadas en nuestro país, la industria cierra filas cegada por un obsoleto modelo de negocio y ya han sido varios los actores que han pedido una ley como Ley Sinde para frenar la supuesta sangría que les están produciendo estas descargas.

 

Fuente: adslzone