Cuando vamos al cine a ver una película tenemos principalmente dos motivaciones: por un lado, disfrutar antes que nadie del estreno de películas que de otra forma tardaríamos meses en ver lanzadas en Blu-Ray o DVD. Por otro lado, siempre queda el aspecto romántico de disfrutar de una buena sesión de cine con palomitas, sonido envolvente y  una gran pantalla. Pero la competencia de plataformas como Netflix, recién llegada a España, Wuaki TV o Yomvi ha empezado a suponer un peligro real para el cine que rivaliza con el de la propia piratería ilegal.

Las salas de nuestro país llevan tiempo sin atravesar por su mejor momento, aunque precisamente 2014 fue un año en el que se experimentaron ligeras subidas en cuanto a afluencia de espectadores y recaudación comparándolo con datos de años pasados. Promociones como la Fiesta del Cine demuestran que las personas sí están dispuestas a pagar 2,90 euros por entrada a pesar de estar hablando de pases en días y horas poco habituales.

Las entradas de cine siguen teniendo un precio elevado

Pero los precios de un pase en fin de semana o festivo siguen disparados y desde ciudades como Palencia con entradas a 6,50 euros por película, a otras como Madrid donde se rondan los 10 euros sin estar hablando de largometrajes en 3D. El servicio de Netflix ya se estrenó en España avisando que su precio iba a estar condicionado por la piratería, pero también parece que han puesto el punto de mira en el cine tradicional ya que ofrece planes desde 7,99 euros al mes, 9,99 euros con calidad HD y 11,99 euros con calidad UHD en ciertos contenidos, con cientos de películas y capítulos de series a disposición del abonado.

De momento el gran hándicap en este comparativa para los videoclubes online sigue siendo el hecho de ofrecer contenido un tiempo después al estreno en cine, aunque gran parte de la audiencia empieza a modificar sus visitas a las salas por una sesión de series exclusivas en el salón de su casa. En el horizonte, la proliferación de iniciativas como Amazon Studios, que  tiene en mente el estreno simultáneo en salas y en streaming de películas propias, un camino que también quiere seguir Netflix para tapar definitivamente esa carencia que les separa de la industria del celuloide.

¿Creéis que el videoclub online terminará acabando con el cine convencional?

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Fuente: adslzone