La historia es conocida por todos. Microsoft estaba preparada para los dispositivos móviles con teclado. Era una de las compañías más avanzadas cuando aparecieron los primeros smartphones. Esas Palm competían directamente con las BlackBerry y los Nokia. Pero en 2007 apareció el iPhone y lo cambió todo. De hecho, todavía hoy, en 2015, se pueden escuchar las burlas de Steve Ballmer, CEO de Microsoft, hacía el dispositivo presentado por Steve Jobs. Pues bien, esa presentación fue el principio del fin de Microsoft en el mundo móvil.
Todavía no se han recuperado de aquello, pero en Redmond no tiran la toalla. Y seguramente sea su última oportunidad. Creen que es posible que un sistema operativo dirigido a todo tipo de dispositivos haga despegar las ventas de teléfonos con Windows 10. Pues bien, de momento van por buen camino.
Casi un 5% de cuota de mercado
Aunque Windows 10 Mobile todavía se encuentra en fase beta, la red de publicidad AdDuplex ha presentado unas cifras que hace ser bastante optimista a Microsoft. Un 4,7% de los dispositivos con sistema operativo Windows tienen la última versión. Y aunque puede parecer que no es mucho, si tenemos en cuenta que no ha sido lanzado oficialmente, es suficiente como para pensar, al menos, que los fieles de Microsoft lo están valorando positivamente.
Obviamente todavía está lejos del 79% de Windows 8.1, pero si suponemos que una sistema operativo para móviles es mucho más sencillo de actualizar, creemos que Windows 10 puede estar por delante en poco tiempo. Y eso sería el primer paso para intentar algún día tener una cuota de mercado total considerable. Windows 10 debe, antes que nada, ser el líder en Microsoft para plantearse metas mayores y parece que lo conseguirá.
Sin embargo, otra de las cifras interesantes que deja este estudio nos dice que Nokia tiene el 96,89% de la cuota de mercado de Microsoft, siendo otros fabricantes meros comparsas. Esto puede perjudicar a Microsoft a largo plazo ya que confiar todo el peso en una marca en claro descenso es algo bastante arriesgado. Tienen que convencer a otros fabricantes para poder ser alguien, o que Nokia de repente se convierta en la nueva Apple. Y eso parece que no va a ocurrir.
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