Samsung registró en los tres primeros meses del año un beneficio neto de 4,63 billones de wones (unos 3.960 millones de euros) lo que supone una caída interanual del 38,8%. El beneficio operativo también bajo un 29,6% si lo comparamos con el mismo trimestre del año anterior y se quedó en 5,98 billones de wones (unos 5.120 millones de euros). Sobre las ventas, se comercializaron productos por valor de 47,12 billones de wones (unos 40.320 millones de euros) representando también una caída del 12,2%.

Las ventas de móviles por debajo de lo esperado

Samsung colocó 83.2 millones de teléfonos móviles en todo el mundo durante el primer trimestre del año, quedándose con el 24% del mercado mundial. Esto porcentaje es inferior al 31% del mercado con el que contaba en los tres primeros meses de 2014. Desde la compañía explican que han tenido un importante desafío sobre todo en Asia (sin mencionar a Xiaomi u otros fabricantes) pero que las ventas en el resto del mundo se han estabilizado.

La firma se aferra al funcionamiento en ventas del nuevo Samsung Galaxy S6 (y del modelo S6 Edge) en los próximos meses, dos móviles que se pusieron a la venta en el mes de abril en más de 20 países. Se espera que su efecto en el mercado ya se note en el segundo trimestre del año. Además, el aumento de la demanda de estos móviles haría mejorar las cifras de las divisiones de componentes, ya que muchas de las partes son fabricadas por la propia compañía.

La diferenciación de la gama alta con la llegada del nuevo Samsung Galaxy S6 es clave para devolver las ventas a la firma coreana. Los fabricantes se han dado cuenta de que hay que ofrecer algo más que especificaciones técnicas ya que existen muchas marcas en el mercado y la gama media cada vez presiona más en este aspecto. ¿Volverán a crecer las ventas de Samsung en el próximo trimestre gracias al S6?

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Fuente: WSJ | Samsung | adslzone