Cada una de estas dos compañías es vista de forma diferente entre la prensa, los usuarios y los gobiernos. Uber está en el punto de mira del sector del taxi, al entender esto que no juega limpio en su propio terreno. En España incluso se ha optado por prohibir que sigan desarrollando esta parte de su negocio y no es el único país donde esto ha ocurrido. Esta compañía siempre ha ido un paso por delante de las normas de los países, que todavía no se han adaptado a lo que ellos proponen como el futuro del transporte de personas.

El siguiente paso es el coche autónomo. De Google ya conocemos su prototipo que se ha estado probando durante mucho tiempo. Pues bien, ahora hemos podido saber que Google habría pasado de inversor de Uber (invirtió 258 millones en 2013) a competidor. El gigante de Internet estaría desarrollando su propio servicio de taxis autónomos, que iría como anillo al dedo a los planes de futuro de Google, que siempre ha defendido que quieren reinventar el transporte.

Para Uber sería un golpe en la línea de flotación y los problemas legales que está teniendo en varios países no serían nada al lado de la entrada de Google como su competidor. Pero la firma no se va a quedar de brazos cruzados antes estas informaciones y ha publicado que ya trabaja en construir su propia flota de coches autónomos para su servicio de taxi. Un acuerdo con la Universidad de Carnegie Mellon le servirá para desarrollar estos coches.

La batalla está servida y el coche autónomo cuenta con un gran interés por parte de las empresas. Pese a que todavía tienen que cambiar muchas cosas y se deben adaptar muchas leyes e infraestructuras, los gigantes mundiales no quieren quedarse rezagados y quieren ser los primeros en golpear en este mercado emergente. Dicen que los coches de Google estarían listos en un plazo de dos a cinco años, así que ya podéis ir imaginando lo que será pedir un taxi desde el móvil y que este llegue a casa sin conductor.

 

Fuente: Bloomberg | adslzone