Ya son muchos tramos de vías rápidas los que están estableciendo la velocidad máxima de circulación en 100 km/h, aludiendo, como siempre, a un refuerzo en la seguridad vial y a reducir los siniestros.
¿Por qué se reduce la velocidad máxima?
La Organización de las Naciones Unidas ya recomendó hace cinco años rebajar la velocidad máxima en las vías rápidas, sugiriendo 100 km/h como la cifra máxima en autovías, como medida para evitar accidentes. España parece haberle hecho caso, y poco a poco están adoptando esta nueva máxima permitida. Eso sí, se está haciendo de forma variada, teniendo en cuenta aquellos tramos donde la densidad del tráfico, la meteorología de la zona o la propia carretera, en caso de modificar la velocidad permitida, traería más contras que mejoras.
Además de esta medida que se está introduciendo paulatinamente, España también está llenando las carreteras de radares, tanto fijos como de tramo, para reforzar todavía más la seguridad y garantizar que se cumplen las nuevas limitaciones. Por no hablar de las ya populares balizas V-16. En otros países europeos, lo habitual es circular a 130, 140 e incluso 150 kilómetros por hora en sus autopistas. De hecho, Alemania tiene carreteras sin límite de velocidad, pero España está siguiendo una estrategia totalmente opuesta.
Carreteras donde se está aplicando el nuevo límite
Son varias las carreteras españolas en las que ya se está aplicando esta nueva limitación de velocidad:
- AP-7 de Cataluña. Ha sido la primera en adoptar límites dinámicos, que varían en función de la hora del día, del tráfico y del estado de la vía. El tramo afectado atiende a 140 kilómetros entre El Vendrell, en Tarragona, y Maçanet de la Selva, en Girona. Esta gestión variable se realiza a través de inteligencia artificial. Sin embargo, entre Vilafranca del Penedés y Martorell, todos los festivos y domingos, entre las 15 y las 22 horas, se limita a 100 km/h.
- AG-66 en Galicia, donde la reducción es permanente. 100 km/h desde Carballo hasta A Coruña, con radares de tramo y descensos importantes en los que los vehículos solían excederse y provocar bastantes accidentes.
- AP-8 en Gipuzkoa. Allí son seis tramos los que han modificado su velocidad máxima, encargados por Bidegi, la sociedad foral que gestiona las autopistas. Tres de los tramos son en dirección Bilbao y los otros 3 hacia Behobia, y ya tienen el nuevo límite de los 100 kilómetros por hora. En estos tramos, sobre todo, se aprecian curvas, descensos y zonas con gran afluencia de coches, como Aritzeta, Elgoibar y Oiartzun.
De momento, no son muchos los tramos que están adaptando estas medidas, pero la tendencia está en alza y será cuestión de tiempo que Madrid y el sur de la península también vean recortada la velocidad máxima de sus autopistas y autovías.
El debate ahora es ver hasta qué punto esta medida mejora la seguridad vial, y no es un invento más para recaudar dinero a costa de la movilidad, algo que está todos los días presente en la vida de cada uno de nosotros.