Visitar el taller con un Tesla cuesta un 27% más

Por lo general, en casi cualquier coche y marca, ir al mecánico no siempre significa dejarse miles de euros en reparaciones ya que hay revisiones que son relativamente asequibles. Sin embargo, por otro lado, hay tantas otras que nos pueden hacer un buen roto en el bolsillo. En este segundo grupo se encuentran aquellas marcas de mayor consideración

Y de la que la de Tesla es la protagonista. Porque, al igual que sucede con nuestros dispositivos del día a día, recurrir al taller con este coche eléctrico, por norma general, suele salir bastante más caro que si lo hacemos con otro, más allá de si es 100% electrificado, híbrido o a gasolina.

Es el caso de Tesla, pura referencia en este segmento de los eléctricos, que asegura que gracias a las actualizaciones automáticas remotas se reduce al mínimo la necesidad de visitar un centro de servicio físico (en España de momentos son sólo dos: uno en Barcelona y otro provisional en Madrid hasta que se inaugure el definitivo). Incluso el diagnóstico de probables incidencias se diagnostican a distancia y el propio vehículo es capaz de alertar sobre sus necesidades y guiar al usuario en los pasos necesarios para su resolución. Pero, ¿qué tenemos con ella?

Precios desorbitados

La marca afirma que el 80% de las reparaciones se realizan sin acudir a un servicio técnico, mientras que cuando es necesario hacerlo por cuestiones puntales el diagnóstico remoto también permite recepcionar el vehículo en menos de un minuto y que las piezas necesarias para la reparación estén disponibles incluso antes de la llegada del usuario (pese a que en algunos foros de usuarios de la marca existen testimonios que contradicen este funcionamiento ideal).

En relación a ello, los estudios e investigaciones muestran que reparar un coche con el logo de Tesla puede resultar hasta un 27% más caro que cualquier otro vehículo. Teniendo en cuenta este problema, lo más lógico sea pensar que la inmensa mayoría de averías tienen relación con el componente más destacado de un Tesla, es decir, su conjunto de baterías. Un coche eléctrico tiene muchos menos componentes que uno convencional de combustión, por lo que todo apunta a ello.

Las conclusiones muestran que el coste promedio de reparación de cualquier vehículo de Tesla es de aproximadamente 832 dólares al año, mientras que el vehículo promedio es de 652 dólares al año.

El motivo es la falta de una producción suficiente

La falta de madurez, por tanto, es el principal problema que persigue a la compañía. Como dicen las líneas de investigación, lo cierto es que las piezas de sustitución pueden alcanzar unos precios desorbitados por falta de stock, lo que hace el principal motivo de estos elevados precios sea la falta de una producción suficiente. Se ha reportado como ejemplo la sustitución de un parabrisas en un Model X previo pago de 1.500 dólares.

Otro ejemplo claro tiene mucho que ver con las mencionadas baterías de estos coches Tesla, como nos hemos referido anteriormente. Y es que, en palabras del propio Elon Musk, cambiar un módulo de batería de Tesla supone un desembolso de entre 4.400 y 6.200 euros. Es decir, el pack de baterías podría llegar a costar 24.800 euros, teniendo en cuenta la horquilla más alta

Por otro lado, bien es verdad que las revisiones planificadas por Tesla son recomendadas para mantener el vehículo en perfectas condiciones de utilización y seguridad, pero no obligatorias. En caso de no seguir este programa de mantenimiento, la garantía limitada que la marca concede a sus vehículos nuevos o seminuevos no se verá afectada.

 

Fuente: adslzone