La fiabilidad de un híbrido, en el tope más alto

De las nuevas técnicas de mecánica electrificada en los coches, se ha visto que el ‘envejecimiento’ reduce la cantidad de energía que puede almacenar una batería, y depende del número de ciclos de carga y descarga, de la temperatura a la que funciona y de su edad. Se considera un envejecimiento ‘normal’ perder, durante los primeros ocho años de vida, hasta el 20% de capacidad. Cómo afecta ese envejecimiento al vehículo depende del tipo de su propulsión.

Eso es algo que se presta mucho en el coche híbrido, en cómo y cuál es su duración de vida. Por norma general, suelen ser coches muy fiables, de gran respuesta y muchas y buenas prestaciones que se ven directamente por un rendimiento del coche muy eficiente. De todos modos, ya sea un coche híbrido convencional o enchufable, su duración no siempre es la misma.

Desarrollados por lo general de forma independiente a otros modelos, los híbridos marcan actualmente el tope más alto de ingeniería y desarrollo. Los paquetes de baterías, el depósito de combustible, una transmisión más sofisticada de lo normal y el uso de motores eléctricos por eje o incluso por rueda se protegen de choques y alcances centrándolos al máximo en los bajos la carrocería.

El híbrido reduce el error al mínimo

Algo a entender sobre estos coches de tecnología híbrida es que tanto sus motores, como el cambio y frenos funcionan en una coreografía perfecta que reduce el error al mínimo. Eso hace, en su mejor expresión, que sean vehículos muy fiables, casi tanto como los que son los 100% eléctricos.

De esta forma, y con el fin de prolongar la vida útil de las baterías al máximo, el sistema las mantiene siempre en el mejor rango de uso. El motor de combustión por su parte, no sufre castigos por fuertes demandas de potencia o sobre regímenes de giro, puesto que siempre se encuentra apoyado por el motor eléctrico, este con muy pocas partes móviles susceptibles de sufrir una avería.

Ante esto, sabremos decir que estos cuentan con menos elementos mecánicos susceptibles de tener que pasar por el taller y otros muchos electrónicos que pueden ser mejorados con solo una actualización de software. De ahí que el coche híbrido se mantenga como uno de los de mayor duración de toda la rama.

Su vida útil suele ser de entre 150.000 y 200.000 km

Aquí es donde entra el componente que, en mayor parte, depende de que el vehículo pueda tener una fiabilidad mayor. Hablamos de las baterías, donde hoy en día funcionan sin ningún problema a lo largo de toda la vida útil del mismo. Lo habitual es que estas hagan que el coche híbrido tenga una duración de entre 150.000 y 200.000 km.

Esto se traduciría en, aproximadamente, 10 años. Así, y en la medida en que se utilice en una menor proporción el motor de combustión y el coche se desplace con el modo eléctrico, el vehículo puede funcionar correctamente durante mucho más tiempo que un vehículo convencional.

En cualquier caso, como es normal, siempre es más recomendable realizar algunos cuidados básicos para que el coche dure lo máximo posible. Esto es, por ejemplo, conservar limpia la zona de ventilación de las baterías y evitar circular demasiado por zonas con mucho polvo o arena. Un mantenimiento adecuado del coche híbrido puede hacer que su duración se prologue hasta un 25%.

 

Fuente: adslzone