Tengas el coche que tengas, hacerle un mantenimiento adecuado es fundamental para que su funcionamiento siempre sea el óptimo. Además, favorecerá que todos los componentes lleguen al máximo de su vida útil y evitará cualquier problema que pueda surgir en el futuro. En los coches eléctricos, así como en los de su segmento híbridos y enchufables, ocurre prácticamente lo mismo. Por eso es importante saber que tampoco nos enfrentaremos a un reconocimiento igual por más que las características sean similares.

Diferencia entre los coches eléctricos e híbridos

Aunque los tres tipos comparten algunas características, como las bajas emisiones directas, que puedan recargarse y que estén dotados de motorización eléctrica, se trata de vehículos distintos en cuanto a funcionamiento. Lo que también hace porque el mantenimiento no sea el mismo entre los eléctricos que con los híbridos. Así, las principales diferencias entre un híbrido convencional e híbrido enchufable se acentúan en aspectos como el sistema de propulsión, la circulación, la autonomía…

En el caso de los eléctricos, denominados también vehículos eléctricos de batería o BEV, tienen las baterías como su sistema de almacenamiento como único para guardar la energía a bordo. Aquí, uno o más motores eléctricos generan energía mecánica. Esto con energía recuperada del frenado. Mientras, los coches híbridos también tienen baterías, pero además están equipados con motores de combustión que funcionan con gasolina.

En su caso, además, las baterías de los híbridos enchufables son más grandes que las de los híbridos convencionales. Ello hace que su mantenimiento tampoco sea el mismo frente a los coches eléctricos. Esto les permite tener una mayor autonomía superando normalmente los 40km de autonomía eléctrica.

Operaciones en el mantenimiento

Aunque todo se haya hecho porque tantos los coches eléctricos como los híbridos o enchufables tengan un mantenimiento más sencillo que los de combustión, eso no significa que no necesitan de operaciones a realizar. Esto lo vemos, realmente, con la que es la necesidad de cambiar ciertas piezas. O también líquidos o componentes que debido a su desgaste o degradación necesitan ser sustituidos.

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Y es que, en gran parte de estos vehículos más modernos, si ocurre una rotura no prevista estaríamos hablando más de un fallo de fiabilidad que de mantenimiento. Obviamente, y alejados de los convencionales, hay numerosos problemas de no existir en los vehículos eléctricos. Sin embargo, es necesario que hagamos chequeos regulares para sus sistemas eléctricos, incluyendo la batería, el motor eléctrico, y la electrónica menor.

  • Batería. Dependiendo de cómo tratemos nuestros coches eléctricos, como las opciones que hagamos sobre la batería y los hábitos de carga, la longevidad se verá afectada en mayor o menor medida, lo que requerirá que modifiquemos su uso o, por el contrario, que optemos por su recambio.
  • Sistema de frenos. Los coches eléctricos tienden a utilizar un sistema de frenado regenerativo que ralentiza el coche mediante el uso de la resistencia del motor. A su vez, envía energía de vuelta a la batería, que permite que las pastillas de freno duren más tiempo. Sin embargo, los coches eléctricos todavía usan frenos de fricción, propensos al desgaste, por lo que nos obligará a tener en cuenta su mantenimiento.
  • Fluidos. Con un sistema de gestión térmica, tanto los coches eléctricos, como los híbridos e híbridos enchufables requieren un refrigerante para regular la temperatura de la batería. El líquido limpiaparabrisas y líquido de frenos también requieren de cuidados.

Cuidados de la mecánica

Más allá de tres de los puntos clave y más interesantes para las que son las principales operaciones para el mantenimiento de nuestros coches eléctricos, híbridos y enchufables, tenemos que considerar aspectos que se involucran de lleno en la mecánica. Estos son, por ejemplo, los sistemas de transmisión automática por los que coches como los híbridos convencionales no tienen embrague.

Los vehículos con sistemas híbridos full hybrid son los más económicos de mantener, puesto que carecen de algunos elementos cuyo mantenimiento implica su reemplazo con el uso, por ejemplo: embrague, alternador, motor de arranque y correa de distribución. Cada uno de ellos tienen una función clave: hacer porque todo encaje a la perfección junto al resto de elementos propios de los coches de nueva generación, bien los híbridos o los eléctricos.

Filtros

En un coche eléctrico se recomienda cambiar el filtro del aire cada 13.000 kilómetros y el líquido refrigerante de las baterías a los 170.000 kilómetros, la primera vez, y después cada 120.000 kilómetros. Por lo tanto, de momento vemos que hasta los 100.000 kilómetros recorridos no tendremos que hacer más que un cambio de un componente.

Este líquido, de composición prácticamente idéntica al anticongelante de un coche convencional, debe cambiarse de forma periódica, como ocurre en un coche de combustión interna. En cualquier caso, el mantenimiento de este sistema será más sencillo en los coches eléctricos y enchufables, sobre todo porque no cuentan con elementos presentes en los híbridos convencionales y de coombustible.

Refrigeración y amortiguadores

Existen otros elementos que son más complejos en un coche eléctrico o bien que por las características de estos vehículos presentan un mayor desgaste. Se ve en amortiguación, uno de los puntos más a considerar para el mantenimiento de los coches eléctricos debido al mayor peso del vehículo. De una vida útil menor, lo más frecuente es que se sustituyan antes que en los modelos híbridos o enchufables, lo que implica a la larga un mayor coste.

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De igual manera, en los tres tipos, el sistema de refrigeración es similar, pero más complejo que sobre los de combustión. Esto es porque no sólo debe mantener la temperatura óptima en el motor, sino también en la batería, así como en el cargador. Sin embargo, según detalla Peugeot, el líquido se renueva en el mismo periodo que un automóvil térmico: cada 175.000 o 180.000 kilómetros o cada 10 años. Rótulas, bieletas, amortiguadores, guardapolvos de los palieres… todos esos elementos serán inspeccionados visualmente en las revisiones del coche y reemplazados en caso de desgaste.

Aislamiento de conexiones eléctricas

Uno de los puntos clave y diferenciadores del mantenimiento de un coche eléctrico es la comprobación del correcto aislamiento de todas las conexiones eléctricas del coche. Esto es debido a que, debido al uso y a un estrés mucho mayor de todo el cableado y sistemas eléctricos, es necesario que optemos por cuidado y mantenimiento de las conexiones eléctricas.

Principalmente en lo que tiene que ver con un correcto aislamiento. Aquí entran algunas partes que afectan a la parte de alto voltaje, que son las que entran y salen de la batería de tracción. Para ello, es necesario equipamiento específico y un técnico especializado en coches eléctricos.

Transmisión

Quizás uno de los temas que más resplandecen. Y es que, a diferencia de un coche convencional, los de nueva generación no tienen correa de distribución. Lo que, a su vez, hace porque tengamos que hacerle ningún cambio de aceite. De hecho, tampoco tienen una caja de cambios al uso (utilizan una reductora de piñón fijo) así que también nos olvidaremos del embrague en los tres tipos del segmento eléctrico.

Esto, por su parte, hará que nos ahorremos muchos costes a nivel mecánico. Eso sí; en los que son los coches eléctricos, habrá que seguir y hacer un mantenimiento periódico del motor síncrono de imanes permanentes (la mayoría son así) que es más sencillo que en los de combustión y apenas requiere una inspección visual.

Neumáticos

En lo que tiene que ver con el desgaste de los neumáticos, claro está, variará mucho dependiendo del uso que el conductor esté dispuesto a dar al vehículo. Por lo tanto, en principio es normal que nos encontremos con coches eléctricos que tengan un agotamiento mayor frente a los híbridos eléctricos o enchufables.

También depende de la temperatura, del tipo de asfalto e incluso de cómo se conduzca. Sin embargo, es cierto que en los eléctricos suele ser más acusado por la forma que tienen de entregar de entregar todo el par de forma inmediata. En relación a uno de combustión o híbrido, en ellos la entrega es más lineal y ejerce un menor desgaste, por lo que habrá que cambiar neumáticos antes con un eléctrico a igualdad de uso.

 

Fuente: adslzone