La adolescente neoyorquina utiliza dados de seis caras, los lanza, y según la cifra devuelta combina una larga lista de palabras inglesas. Básicamente, combina estas palabras en una cadena sin sentido, lo que supone una verdadera aleatoriedad y, por lo tanto, implica la dificultad para descifrar la contraseña. Ahora bien, no dejan de ser palabras de uso cotidiano, términos reales que a sus usuarios no resulta difícil en absoluto recordar. Según ha explicado Modi, la niña, los amigos que la rodean no comprenden hasta qué punto esto es importante y en qué medida son seguras las contraseñas que ella ofrece.

Según explica, “el uso de buenas contraseñas es importante”, motivo por el cual ha lanzado su singular negocio en Internet. La joven se ha mostrado especialmente interesada en conocer la criptografía para, como ha hecho con esta página web, ayudar a los usuarios de Internet a mejorar la seguridad sin afrontar difíciles cambios en sus hábitos, y en este caso ayudándoles a crear una contraseña fácil de recordar, pero difícil de descubrir.

Aumentar nuestra seguridad no significa complicarse la vida

Alejándonos de la singularidad del caso particular de Mira Modi, que está distribuyendo contraseñas seguras por Internet, lo que podemos aprender de esto es que, como ha demostrado una niña de 11 años, aumentar la seguridad de los servicios que utilizamos en Internet no es en absoluto complicado. Aunque el sistema que utiliza es algo simple, lo cierto es que la combinación aleatoria de palabras es eficaz.

Por supuesto, mucho más seguro es utilizar combinaciones alfanuméricas con mayúsculas y minúsculas. Y para no olvidar estas contraseñas, siempre podemos utilizar un gestor de contraseñas online y recordar una solo. Ahora bien, si queremos contraseñas más seguras sin mayores complicaciones para recordarlas por nosotros mismos, sí, el que utiliza esta niña de 11 años es un sistema convincente.

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Fuente: Ars Technica | adslzone