El sistema está diseñado por Bosch, y se basa en un pequeño dispositivo que se puede instalar en el suelo de cada plaza de aparcamiento. Según explican, de forma regular revisa si el espacio está disponible, y de forma inalámbrica transmite esta información a los servidores. Para garantizar la veracidad de la información, Bosch ha desarrollado un sistema de consulta doble, es decir, cuenta con dos sistemas diferentes de detección que impide errores. Ahora bien, la complejidad de estos dispositivos es mínima, apenas ocupa 3 centímetros de diámetro y cuentan con baterías.

El fabricante ha explicado que sus sensores son de bajo consumo, y sin necesidad de conectarse a la red eléctrica, estos dispositivos se pueden mantener en constante funcionamiento durante seis años seguidos sin recargar, además de que el operador del estacionamiento puede revisar, de forma remota y en cualquier momento, la energía restante que le queda a estos dispositivos. Por supuesto, el conductor también puede consultar desde la web o un dispositivo móvil el estado de el estacionamiento donde pretende aparcar.

Otros datos interesantes nos revelan que son altamente resistentes a cualquier tipo de desgaste posible, y ofrecen información relevante para los dueños de los parking. En este sentido, se pueden consultar estadísticas relacionadas con las franjas horarias de máxima ocupación de las plazas de aparcamiento, y también permite el pago electrónico del aparcamiento directamente desde el teléfono inteligente, lo que reduciría los costes de implementación de otros tipos de sistemas de pago. ¿Cuánto se tardaría en instalar un equipo completo en cualquier aparcamiento? Dado que son inalámbricos, estos dispositivos pueden estar listos en un parking en menos de 24 horas funcionando a la perfección.

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Fuente: Gizmag | adslzone