Debido a los acuerdos de concesión de licencias entre los creadores de contenidos y distribuidoras de películas y series, a menudo se bloquean a una región específica. Un buen ejemplo es la edición estadounidense de Netflix, que ofrece una mejor selección de contenidos en EEUU que en otros países. El problema se amplifica en Europa, donde a los ciudadanos de unos países se les niega habitualmente el acceso a los contenidos digitales de otros.

Esta semana, sin embargo, la Comisión Europea envió una nota a los estudios de cine más grandes del mundo para anunciar que la geo-restricción no será tolerada. Por ello compañías como Sky UK, Disney, NBC Universal, Paramount Pictures, Sony, Twentieth Century Fox y Warner Bros fueron puestos sobre aviso en el lanzamiento de una investigación antimonopolio por parte de la UE. Si se tiene en cuenta el pasado es difícil sentir empatía por estas empresas, ya que aspectos tales como el geo-bloqueo y las restricciones geográficas fueron una de las principales fuentes que dieron pie a la piratería masiva de películas y series hace dos décadas. Vamos a explicarlo.

El ciudadano alemán Dr. Markus Kuhn, actualmente catedrático de Ciencias de la Computación en la Universidad de Cambridge, quería ver contenidos en inglés de ciencia-ficción, por lo que fue a Sky TV en el Reino Unido a principios de 1990 y se ofreció a comprar una tarjeta inteligente para ver estos contenidos desde cualquier país. Pero debido a las condiciones de concesión de licencias y política de geo-bloqueo, Sky se negó, algo que la compañía más tarde lamentaría.

Frente a este mercado tan inflexible Kuhn decidió que si Sky no proporcionaba ese servicio pagando, él lo conseguiría de forma gratuita, por lo que comenzó a investigar el sistema de encriptación VideoCrypt utilizado por el canal. Tras cientos de horas de trabajo, en marzo de 1994 Kuhn logró un código de descifrado utilizando una sencilla interfaz de hardware que permitía a los espectadores de toda Europa para ver la programación de Sky de forma gratuita.

Como el Doctor afirmó “este software se ha escrito principalmente para los fans de la serie Star Trek europea fuera de Gran Bretaña que no tienen la oportunidad de obtener una suscripción a Sky y que no tienen forma de ver la versión si doblar de su serie favorita. Yo no quiero causar ningún daño a Sky e incluso pedí una suscripción hace algún tiempo pero se negaron a venderla para Alemania”.

A partir de ahí y a pesar de sus buenas intenciones, el código se extendió entre los sistemas BBS de toda Europa y entusiastas de electrónica comenzaron a hacer y vender interfaces para que los usuarios los conectaran a sus decodificadores de vídeo.

Esto llegó a su fin cuando los expertos de cifrado de Sky lanzaron una llave, pero las consecuencias de la obra de Kuhn han trascendido hasta la actualidad. Sin embargo hoy en día, más de dos décadas después, parece que ni Sky ni sus aliados de Hollywood han cambiado sus maneras ya que siguen con la mismas restricciones, de ahí la investigación abierta por la UE esta semana. Por lo tanto, como es habitual la historia se repite por una y otra vez por mucho tiempo que pase y seguimos cometiendo los mismos errores.

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Fuente: TorrentFreak | adslzone