Hace tan sólo unos días os informábamos de que los taxistas de Barcelona habían protestado contra la aplicación Uber, que pone en contacto a particulares para realizar trayectos utilizando vehículos privados e intermediando además en el precio de la carrera. Pues bien, ayer mismo, la Confederación del Taxi de España emitió un comunicado oficial en el que exigen la retirada de esta app.

La federación solicita a Gobierno, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos que tomen cartas en el asunto adoptando medidas “con carácter inmediato para impedir que se vulnere la legalidad establecida”. Los taxistas creen que va en contra de su negocio, fomentando el “transporte pirata”, y que no ofrece ninguna garantía a los usuarios. Por eso mismo, exigen la retirada de Uber de todas las tiendas de aplicaciones en que esté disponible.

La Confederación del Taxi considera además que la situación se está tornando insostenible y ha amenazado con protestas si las autoridades no intervienen en lo que ellos califican como fraude fiscal que fomenta la economía sumergida.

Uber ha publicado un post en su blog oficial expresando que el hecho de que “los taxis protesten en contra de nuestra llegada es su elección. Sin embargo, esta situación no está beneficiando nadie – ni a los usuarios, ni a los conductores, ni a la ciudad. Seguridad, fiabilidad y elección, no protestar, son lo que atrae a los clientes hacia formas innovadoras de transporte”.

Ya existen antecedentes

Esta misma semana, un tribunal de Bruselas prohibió la aplicación tras registrarse fuertes críticas del colectivo del taxi belga. Al mismo tiempo, la comisaria europea de la Agenda Digital, Neelie Kroes, mostró su indignación por la decisión del tribunal, que impone multas de hasta 10.000 euros por cada intento de recogida de clientes conseguidos a través de Uber. Kroes llegó a publicar en su blog que “la prohibición ni protege ni ayuda a los usuarios, sólo vela por el cártel del taxi”, añadiendo que “la responsable de estas cuestiones en Bruselas es Brigitte Grouwels: su título es ministra de Movilidad, pero tal vez debería ser ministra de anti-Movilidad. No está protegiendo empleos, Madame, sino a la gente molesta”, refiriéndose a los taxistas.

Las quejas del gremio se han repetido en otras ciudades europeas como Milán o París, donde el gobierno francés llegó a promulgar una ley en diciembre con el fin de calmar el malestar de los profesionales. Dicha ley obliga al cliente que solicite transporte mediante esta aplicación a esperar 15 minutos en lugar de los 6 ó 7 de demora que como media tiene Uber.

 

Fuente: adslzone