Hace unos días el Gobierno holandés legalizó el lanzamiento de tarjetas SIM en blanco, es decir que lleguen al usuario sin estar asociadas a ningún operador en concreto. Se trata de una medida que podría implicar una serie de consecuencias al sector bastante importantes, ya que abre las puertas a que los propios fabricantes de dispositivos ofrezcan tarifas de voz y datos.

sim-blancoSe trata del primer paso adelante en una iniciativa que ya recogimos hace tres años y medio y que en aquel momento apuntaba a Apple como principal interesado. En dicha ocasión os informamos del objetivo de la compañía estadounidense, que buscaba lanzar su iPhone con su propia SIM.

Años después ha sido Holanda el primer país europeo que ha realizado un movimiento en esta dirección, ya que ofrece la posibilidad de que los fabricantes integren sus propias tarjetas y puedan ofrecer sus propios bonos de minutos e Internet móvil al usuario de forma directa. Como es obvio, acudirían a la oferta mayorista de los operadores si se da esta posibilidad, pasando a operar como OMVs (Operadores Móviles Virtuales).

Un arma contra el sobrecoste del roaming

Pero si una ventaja se ha destacado de las SIM en blanco, ésta ha sido el arma que supondría contra las tarifas de roaming. Con este tipo de tarjetas, el fabricante podría asignar de forma automática al usuario una tarifa local en caso de viajar a otros países, evitando el sobrecoste que se paga actualmente por hablar y navegar desde fuera de nuestras fronteras. No obstante, hay que subrayar que esta posibilidad solo podría funcionar de modo correcto siempre y cuando esta política de tarjetas en blanco se extendiese por otros países europeos, por lo que habrá que esperar para que sea una realidad.

Internet de las cosas, el otro segmento beneficiadocoche-internet

A su vez se ha apuntado el efecto positivo que tendrá en el denominado “Internet de las cosas“. Gracias a las SIM en blanco, por ejemplo, un fabricante podría añadir conectividad a sus dispositivos en función de la cobertura que tuviese en esos momentos, lo que es visto como una gran ventaja especialmente en el mercado de los vehículos con acceso a Internet.

Estaremos muy pendientes de cómo evoluciona la situación y si esta tecnología se extiende por otros países. Todo apunta a que generará recelos entre los operadores, que podrían sentir que los fabricantes les restan protagonismo, aunque a largo plazo podrían ser los grandes beneficiados al dispararse el número de dispositivos conectados a Internet y que consecuentemente usen sus redes.

 

Fuente: GigaOM | adslzone