El IPC o índice de precios al consumo es una medida estadística de la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios que consume la población residente en viviendas familiares en España. El Instituto Nacional de Estadística publica todos los meses la evolución de este datos que en el mes de abril registró una caída interanual del 1,1%. Esta caída se fundamenta principalmente por la bajada de precios en ocio, cultura, vivienda, hoteles y restaurantes.
Sin embargo, sectores como la alimentación, las bebidas, el transporte, el calzado o las telecomunicaciones, han sido los que más han subido. Precisamente, la tasa de las telecomunicaciones se sitúa en un 3,4%, lo que supone un aumento de siete décimas con respecto al mes de marzo. La subida de precios de los primeros meses del año ha sido determinante para llegar donde estamos.
Como sabemos, todas las grandes operadoras han aplicado subidas generalizadas de precios. Por ejemplo, Movistar subió el precio de sus clientes Fusión en febrero y ahora con la llegada de la simetría también aplicará un aumento de 5 euros a los clientes que no tengan paquete convergente. Vodafone también realizó una subida de la cuota mensual de entre dos y tres euros mejorando aspecto como los gigas incluidos para navegar desde el móvil o la posibilidad de usar el móvil en el extranjero al incluir el roaming.
Orange tampoco se quedó atrás y las mejoras de velocidad de navegación, que pasaron de 30 a 50 Mbps en la oferta convergente, tuvieron como consecuencia el aumento de precio cifrado en 3 euros para todas las tarifas Canguro. Además del aumento de velocidad, los clientes recibían más gigas para navegar desde el teléfono móvil.
Pese a ello, no parece que vayan a ser las últimas subidas del año. Según pudimos saber hace unas semanas, todo apunta a que después del verano veremos un aumento de los precios similar al de principios de año. Esta subida de precio podría coincidir con mejoras en la velocidad de la fibra óptica que podría llegar a volar a 500 Mbps.
