Según explica la CNMC, la oferta comercial de Telefónica habría permitido adquirir móviles en condiciones ventajosas. Esto es interpretado como una infracción en los compromisos adquiridos por la compañía tras comprar DTS en 2015. Por su parte, la operadora defiende la legalidad de sus prácticas y, como ya ha sucedido en otras ocasiones, recurrirá la sanción por considerarla desproporcionada.

Los compromisos, establecidos en la Resolución C/0993/15 de la CNMC, buscaban evitar prácticas monopolísticas. Específicamente, el punto 1.1.2 prohibía a Telefónica imponer cláusulas de permanencia, directas o indirectas, en paquetes que combinaran servicios de telecomunicaciones con su oferta de TV de pago. La CNMC interpreta que las condiciones ventajosas en la adquisición de terminales para clientes de Fusión constituían una forma de permanencia encubierta.

No implicaban permanencia

Telefónica recuerda que estas ofertas no implicaban permanencia directa ni indirecta en los paquetes Fusión y MiMovistar. Explica que el usuario podía darse de baja de los servicios incluso habiendo adquirido un terminal bajo esa promoción. En este caso, el cliente siempre ha tenido la opción de comprar el dispositivo o asumir un coste justificado por el uso del mismo, en ningún caso considerado una penalización.

Recordemos que no es la primera vez que la CNMC sanciona a Telefónica por este motivo. En una multa anterior de 6 millones de euros, el análisis se centraba en el periodo entre abril y agosto de 2021. En este caso, el periodo es mayor y abarca del 30 de agosto de 2021 al 30 de abril de 2023. Por eso tenemos ahora una sanción con una cuantía más elevada.

Varias fuentes explican que todas las sanciones por este tipo de compromisos han sido recurridas por Telefónica, y no existe aún una sentencia firme contra la compañía. Desde Telefónica siempre han defendido que las ofertas ofrecían al cliente un importante valor añadido al facilitarle el acceso a dispositivos en mejores condiciones que las del mercado.

En alegaciones anteriores, la compañía siempre expresó su “profundo desacuerdo” con el análisis realizado por la CNMC y argumentó que las condiciones ofrecidas a los clientes eran transparentes, legítimas y ajustadas al marco legal. Por desgracia, no es la primera vez que Movistar se enfrenta a una sanción relacionada con la permanencia de sus paquetes, pero siempre se ha optado por la misma vía de argumentación, mostrando predisposición para aclarar malentendidos relativos a la regulación.

Todo apunta a que el conflicto legal seguirá su curso durante varios meses. Mientras tanto, Telefónica se prepara para otro curso en el que el fútbol y los contenidos premium volverán a ser el centro de su estrategia. De hecho, ya prueba un nuevo canal de fútbol de Movistar Plus+, actualmente en fase de lanzamiento.

 

Fuente: eleconomista | adslzone