Hace poco más de un año que las consolas de nueva generación han salido al mercado y ya suenan cantos de sirena acerca de nuevas revisiones tanto de PlayStation 4 como de Xbox One, para incluir el soporte a las emisiones en 4K. Este estándar de vídeo UHD podría ser incluido próximamente, según ha dejado entrever John Hunt, directivo de Netflix, la plataforma de reproducción y alquiler de vídeos en streaming.
La propia Netflix ya emite contenidos en 4K (a la espera de su desembarco en España), y según ha declarado el propio Hunt, Sony tendría entre sus planes para este año, el lanzamiento de una nueva versión de PlayStation 4 que podría darse para finales de otoño de este mismo año, coincidiendo con el segundo aniversario de la puesta a la venta de la consola, y podría incluiso incluir soporte para HDR. Aunque la información publicada en la revista Forbes hace mención explícita a la máquina de Sony, no es de extrañar que Microsoft siguiera los pasos de la compañía japonesa e introdujera el soporte 4K en su consola Xbox One, que ya ha sufrido alguna modificación de relevancia, ya que no se puede permitir el lujo de ceder más terreno a la máquina de la competencia.
Noviembre como fecha para PS4 y Xbox One con soporte para 4K
La apuesta de Sony por introducir el soporte de vídeo 4K en PlayStation 4 parece una cuestión de tiempo, ya que el propio ecosistema de la compañía permite la compatibilidad entre los televisores UHD de la firma japonesa y su parque de videoconsolas. Además, anteriormente ha lanzado otros productos propios enfocados a este formato como reproductores de vídeo 4K, y no da la impresión de que vaya a esperar a una futura PlayStation 5 para introducir esta novedad en su hardware para juegos.
Lo que está por ver es si esas futuras revisiones de PlayStation 4 y Xbox One a las que apuntan desde Netflix, pueden traer más novedades aparte de la mencionada ultra alta definición. La tónica habitual suele ser una versión más compacta y ligera (slim) que suponga por un lado la optimización de sus componentes y la eficiencia energética del dispositivo, y por otro un ahorro en costes para las propias compañías.
