Una de las cosas que Microsoft pretende evitar con el nuevo Windows 10 son los problemas de generales de rendimiento.  Durante meses, el feedback de muchos usuarios que han probado la versión técnica preliminar han ido aportando sus opiniones y experiencias de cara a pulir un producto que como es lógico llega con algunas asperezas que limar. Debido a la heterogeneidad de usuarios y sistemas en los que está siendo instalado, Windows 10 ha provocado algunos problemas de rendimiento para los cuales podemos poner remedio, como las ralentizaciones del menú de inicio.

Una de las formas más sencillas de mejorar en este apartado es el de desactivar las animaciones de Windows 10. De este modo al evitar la carga de estos procesos podremos aliviar al sistema y permitir una mayor fluidez a la hora de ejecutar el menú de inicio. Para llevar a cabo este cambio necesitaremos hacer lo siguiente. Entramos en ajustes, en la pestaña de accesibilidad y en la última categoría “otras opciones” habrá que desactivar el apartado de reproducir animaciones en Windows.

Modificar las animaciones puede ser la solución

Realizar este cambio ayudará a evitar la carga de animaciones con lo que el sistema debería acelerarse al arrancar el menú de inicio. Lo malo de este proceso es que no estamos desactivando únicamente las animaciones del menú de inicio de Windows 10 sino que evitaremos todas las del nuevo sistema operativo de la compañía de Redmond, algo que debemos valorar antes de modificarlo o invertir el proceso posteriormente. Desactivar las animaciones ayudará en equipos con tarjetas gráficas más antiguas.

Aunque cada vez son más los usuarios que ya disfrutan de Windows 10, algunos de ellos que la reservaron hace meses esperan con impaciencia la notificación del sistema indicando que ya se puede instalar la actualización de Windows 10. Algo que como os contamos la semana pasada, podría tardar hasta meses en producirse en ciertos casos.

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Fuente: Softpedia | adslzone