Posteriormente y tras el éxito del proyecto del gigante azul, poco a poco fueron apareciendo un buen número de clones donde destacaron los creados por Compaq, a los que les siguieron los equipos de Dell entre otros. Sin embargo había una constante para todos estos ordenadores, el sistema operativo creado originalmente por IBM, el MS-DOS. Dado que no era exclusivo y podía ser usado por los clones, este se extendió y con el tiempo se convirtió en Windows, un sistema operativo que ha sido dominante en los PCs de todo el mundo durante más de 30 años. De manera paralela Apple creó su propio sistema operativo para Mac, aunque este al sí ser exclusivo para estos equipos, no se extendió tanto como sucedió con el mencionado Windows.

Llegados a este punto cabe mencionar que aunque el SO de Microsoft era un sistema local para PCs y portátiles, la propia compañía tenía la intención desde un principio de convertirlo en un estándar también en tabletas y dispositivos móviles inteligentes, algo que se lleva planteando desde los años 90. Sin embargo no fue capaz de establecer este estándar en el mercado, algo que años más tarde abrió la puerta a Apple y Google para crear nuevos sistemas operativos diseñados especialmente para estos equipos móviles.

Por un lado nos encontramos el iOS de Apple, que como ocurre con el OS X, tan solo se utiliza en los productos de la firma de la manzana mordida. Por otro lado está Android, que tiene una gran cantidad de las características comparables a Windows, fundamentalmente debido a que se trata de un sistema operativo que puede ser utilizado por cualquier PC, tableta o smartphone . De hecho, si nos fijamos en el número de dispositivos móviles en el mercado que hoy en día está funcionando con Android, constituyen alrededor del 75% del total.

De hecho, tal y como ha anunciado Google en la recientemente celebrada conferencia de desarrolladores Google i/o 2015, la compañía pretende que Android sea el sistema operativo dominante para todos los dispositivos conectados a la llamada «Internet de las Cosas». Con esta tecnología se pretende que todo tipo de productos, desde ropa, pasando por electrodomésticos o accesorios que llevamos encima en todo momento, tengan conexión propia a la Red y con los que podamos interactuar desde nuestros dispositivos móviles. De hecho recientes estudios prevén que que en el año 2025 habrá más 100.000 millones de dispositivos conectados a la Red en todo el mundo.

Pues bien, al igual que en su día ocurría con Windows, Android corre de manera independiente al hardware donde esté funcionando, por lo que puede ser fácilmente aplicado a cualquier dispositivo móvil. A esto hay que sumarle el enfoque que tiene Android para trabajar en la Nube, que es precisamente el centro neurálgico en el que se centran la gran mayoría de los productos y servicios de la tecnología presente y futura.

A pesar de que casi desde el principio Bill Gates y Microsoft querían que su sistema operativo fuese el que dominase en los dispositivos de todo el mundo, de momento en el mercado de la movilidad están muy por detrás de Google y Apple, por lo que lo tienen muy complicado. Mientras que en el pasado el principal competidor de Apple fue Microsoft con su Windows, actualmente lucha directamente con Google y su Android.

Hoy en día los teléfonos móviles basados en Windows son la tercera alternativa mundial, muy lejos de iOS y Android. De este modo la mayoría de los proyectos de mercado para el futuro ven a Android dominando el mercado de la movilidad, entre otras cosas debido a su licencia libre.

Por todo ello podemos llegar a considerar que Android es el Windows de hoy en día y que Google poco a poco irá aumentando su ventaja respecto al iOS de Apple, a pesar de que este sea un digno competidor. Seguro que Microsoft seguirá luchando para hacerse un hueco en este mercado, aunque lo tiene realmente complicado.

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Fuente: Recode | adslzone