Los cambios que se aplicarán al navegador web de la compañía de Mountain View –Google Chrome- desde el próximo mes de septiembre establecen la imposibilidad de instalar cualquier tipo de extensión que no venga directamente desde la Chrome Web Store. De esta forma, sólo se podrán instalar extensiones revisadas directamente por el equipo de la firma americana del buscador. Y la medida de Mozilla es similar, pero dejando algo más de libertad a los usuarios.

Les conviene. Lo cierto es que la cuota de mercado de Google Chrome, y la marca Google permiten llevar a cabo iniciativas algo más agresivas, pero Mozilla tiene que jugar con algo más de cuidado si no quiere perder la simpatía de sus usuarios y, por otra parte, seguir creciendo en cuota de mercado. Además, no se puede olvidar que estas iniciativas no son sino para mejorar la seguridad del software de navegación web.

La firma de extensiones se lleva a cabo de forma automática, y sólo es necesario tener una cuenta de Firefox como desarrollador. Y en caso de que el desarrollador de la extensión en cuestión no esté de acuerdo con que se haya rechazado su solicitud, perfectamente se podrá solicitar la revisión manual del software. Por lo tanto, no hablamos de una fuente cerrada, en el caso de Google de la Chrome Web Store, sino que las extensiones podrán instalarse desde cualquier parte, pero necesariamente con firma de Mozilla,

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Fuente: Softpedia | adslzone