En pleno debate sobre la piratería y las medidas planteadas por el Gobierno y la industria cultural conocemos otras alternativas dentro de la propia industria para tener un modelo de negocio sostenible a pesar de las webs con enlaces y el intercambio de archivos en redes P2P. La idea de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, coincide con la de los gigantes de la industria: cerrar webs de enlaces que en la actualidad compiten deslealmente con la "oferta legal" en la Red. Entiéndase oferta legal entrecomillado por la ausencia de la misma a pesar de que lo asegure el propio Ministerio.

Tan sólo encontramos algún servicio como Spotify que triunfa en nuestro país. Su propuesta pasa, a pesar de los cambios introducidos en el servicio en el día de ayer, por ofrecer música tanto de forma gratuita como de pago, con tarifas de 5 o 10 euros al mes y que nos permiten acceder de forma ilimitada a un amplio catálogo. El servicio ha sido el claro ejemplo de cómo una "oferta legal" puede convivir con páginas que contienen enlaces a servidores de descarga directa o a archivos en redes P2P como BitTorrent o eMule.

En cuanto a los servicios de vídeo bajo demanda, poco a poco empiezan a despegar pero no están ni mucho menos consolidados en nuestro país. La esperanza de muchos es la llegada de servicios como Netflix, que triunfan en Estados Unidos o Canadá y que permiten por una reducida cuota mensual acceder a películas y series en streaming.

Otra de las alternativas a las que nos referimos en el cuidar por parte de la propia empresa a sus clientes. En este sentido nos encontramos con la desarrolladora de videojuegos hispano italiana FX Interactive. Su propuesta pasa por ofrecer videojuegos de calidad a un precio razonable (con precios accesibles a todos los bolsillos) que no "espantan" a los compradores.

Además, refuerza esta oferta económica y que se agradece mucho en estos tiempos de crisis con otras medidas de fidelización de clientes de las que apenas empresas pueden presumir. Recientemente conocimos el ejemplo de un usuario que agradecía a la compañía su esfuerzo, dado que la compañía se había "molestado" en regalarle una serie de videojuegos por haber adquirido previamente otros títulos del mismo género también de FX Interactive.

Sin embargo, los gigantes de los videojuegos parecen no necesitar este tipo de alternativas para satisfacer a sus clientes, por lo que queda patente tanto que es más sencillo criminalizar a los "usuarios piratas" y que realmente no necesitan recurrir a estas acciones puesto que su negocio realmente funciona y genera ingresos. Los datos están claros y los beneficios que genera tanto esta industria como la musical y del cine son millonarios. Otro camino a la criminalización del usuario se ha vuelto a demostrar que es posible.

 

Fuente: adslzone