En la última década, el dinero en efectivo ha ido desapareciendo poco a poco para digitalizarse. En pleno 2025, lo más normal es pagar con el móvil, enviar dinero por Bizum o, para casos más formales, hacer una transferencia desde la propia aplicación de nuestro banco, sin necesidad de acudir a un cajero o a una sucursal.

Transferencias bancarias más seguras

Esta comodidad, junto a un mundo en el que todo está digitalizado, está haciendo que el riesgo de fraude aumente. Los ciberdelincuentes utilizan técnicas cada vez más profesionalizadas y sofisticadas, lo que hace que los usuarios de a pie caigan con mayor facilidad en sus trampas y estafas telefónicas. Para ellos, que el dinero esté en internet es mucho más sencillo de atacar que si tienen que asaltar un banco, por lo que las plataformas online son su vía de entrada.

Para combatir los cada vez más frecuentes intentos de estafa, la Unión Europea ha aprobado el Reglamento (UE) 2024/886, que obliga a las entidades financieras a verificar que el nombre del destinatario coincida con el número IBAN antes de autorizar cualquier transferencia. Hasta ahora, los bancos solo comprobaban que el IBAN fuera válido, sin tener en cuenta si el nombre introducido era realmente el titular de la cuenta. Aquí es donde muchas personas al año han caído en estos fraudes de suplantación de identidad.

Qué es lo que cambia y de qué te protege

Esto cambiará a partir de las próximas semanas. Ahora, si al realizar una transferencia, el nombre y el IBAN no coinciden, el banco deberá avisar al cliente antes de completar la operación. Es ahí donde el usuario podrá confirmar si quiere o no continuar con el envío. Esto pondrá fin a dos tipos de estafa:

  • La primera, una en la que alguien solicita una transferencia de dinero a su cuenta bancaria, haciéndose pasar por otra persona. Si te da un nombre que no se corresponde con el titular original de la cuenta, tu banco te avisará y sabrás que se trata de un intento de estafa.
  • La segunda es conocida como «man in the middle». En ella, el ciberdelincuente se hace con una factura o un correo electrónico y cambia el número de cuenta, para que el diseño llegue a su cartera. Esto ya no será posible una vez que el banco nos alerte de que el destinatario al que se está intentando enviar el dinero y el nombre del titular no coinciden.

Esta nueva normativa afectará tanto a las transferencias normales como a las instantáneas. Los bancos, por tanto, tienen por delante el difícil reto de adaptar sus sistemas informáticos para que sean capaces de comprobar nombre e IBAN automáticamente sin que el proceso de transferir dinero requiera más tiempo. Esto es especialmente importante en el terreno de las transferencias inmediatas, que se hacen en unos pocos segundos.

Ursula von der Leyen considera que esta medida «es necesaria en una economía digital donde la confianza es tan importante como la rapidez». «Enviar dinero será igual de rápido, pero mucho más seguro», afirman desde Bruselas.

Lo que está por ver es el tiempo que tardan las entidades bancarias en adaptar su tecnología para este tipo de comprobaciones y el coste que lleva consigo.

 

Fuente: Mundo Deportivo | adslzone