Adrián Díaz es el empresario español del que habla El Economista en una noticia publicada por el periódico el día 27 de agosto a las 18:43 horas. En ella se desvelan algunas de las claves de este emprendedor que lleva viviendo en China desde el año 2006, incluyendo algunos de los grandes secretos de la cultura empresarial y laboral del país. En lo económico, tal y como dice El Economista, el emprendedor “agradece que no exista la democracia en China”.

El capitalismo más absoluto

Así es como define Adrián Díaz la cultura empresarial de China en su aparición en el podcast Con P de Podcast, donde Díaz ha contado su experiencia en el país. Este profesional, consultor de desarrollo de negocio y colaborador en distintas universidades, ha desvelado muchos de los aspectos de la cultura empresarial china que desconocemos.

La afirmación que hace Díaz sobre la democracia en China no está falta de fundamento. El empresario comenta que, cuando él y otros emprendedores decidieron irse al país, no tomaron la decisión porque estuvieran de acuerdo con lo que promueve el régimen. Pero, en su lugar, vieron que China “era el lugar donde podíamos multiplicar más y mejor nuestro dinero”. Por ello, no dudaron en ir a China, donde se encontraron con un choque cultural al descubrir la filosofía que hay allí, no solo entre las empresas, sino también por parte de los trabajadores.

Por ejemplo, Diaz cuenta que, como en China se trabaja de lunes a domingo y no hay descanso, las personas que tienen el sábado y el domingo acaban buscando un segundo trabajo para cubrir esas horas libres. Uno de los motivos de ello es que a los ciudadanos chinos no les gusta ver cómo su familia trabaja de lunes a domingo mientras ellos, en este tipo de situación, descansan algunos días. Este tipo de filosofía es, en realidad, muy cercana a la de otros países, como Japón, donde también hay personas que sufren ese mismo tipo de sentimiento.

El empresario también cuenta cómo tuvo que adaptarse al país en lo relacionado con los descansos y la forma de trabajar. Descubrió que, si cerraba la fábrica el sábado y el domingo, era tan extraño que sus clientes y los demás competidores veían su empresa como un fracaso. Porque “es antieconómico, piensan que no tienes suficiente negocio y nadie quiere nadar al lado del tipo que se ahoga”. Debido a ello se ha tenido que adaptar a la realidad empresarial del país, donde el descanso no es semanal, sino mensual. Así, en vez de tener sábados y domingos libres, el descanso en el país es de 1 día al mes.

Retención del salario

Pero, sin ningún tipo de duda, lo que más llama la atención es lo relacionado con el salario. El emprendedor cuenta que, aunque la práctica era muy frecuente hace 10 años y que hoy día se ha ido perdiendo en algunos entornos, todavía se practica en empresas que tengan unos 200 empleados. Se trata de un tipo de retención a todos los nuevos trabajadores durante un periodo de tres meses. ¿La razón? Retener el talento para que los trabajadores no se vayan a otra empresa. Y el motivo de ello es que, como indica Díaz, “en China faltan trabajadores y sobra el trabajo”.

Lo que cuenta el emprendedor es que la competencia está al tanto de las empresas rivales para quitarles los trabajadores, así que retienen los sueldos de los tres primeros meses para que no se marchen. Si abandonan la empresa antes del cuarto mes, no reciben nada por todo el trabajo realizado. Y, al cuarto mes, no se pagan todos los salarios, sino que se abona el del primer mes. Explica que el mercado laboral en China “es egoísmo puro y ambición pura, no hay ningún tipo de fidelidad hacia mí”.

Menciona que, bajo este sistema, quien quiera dejar la empresa para irse a otro trabajo, tendrá que asumir el coste por irse. La única solución que tienen los trabajadores chinos es esperar al Año Nuevo Chino. En ese momento, tal y como cuenta Díaz, “se da la paga de beneficios”. Y ahí sí que se ajusta el salario, por lo que se reciben los meses que estuvieran acumulados. Debido a ese motivo, el empresario dice “Todos renovamos la plantilla casi completa porque pierdes a todo tu equipo cada Año Nuevo Chino, pero cada vez pasa menos”.

Otra de las sorpresas de las declaraciones de Díaz es descubrir que, según indica, “en China todo el mundo paga en negro”. Además, reconoce que el Gobierno está al tanto de ello, pero que lo deja pasar porque es consciente de lo que podría provocar en la economía. También explica que «el 90% de los chinos no ha pagado jamás un impuesto sobre la renta”. Y, como extra, rompe el mito sobre que los chinos ganan poco dinero, porque explica que lo que siempre se valora es lo registrado de forma oficial y no lo ganado en negro.

Con esta entrevista, la cual puedes ver en el vídeo que hemos embebido de YouTube correspondiente al podcast, se pueden ver que hay secretos de la China corporativa y empresarial que es obvio que se desconocen. Y lo más probable es que no sea lo único que desconocemos sobre la cultura de un país como este.

 

Fuente: El Economista | Con P de Podcast | adslzone