Uno de los sistemas que más se suele utilizar para acceder a un área concreta de ocio, como gimnasios o polideportivos, pero también para fichar cuando acudes a tu puesto de trabajo, es la huella dactilar. Esta tecnología es muy recurrente para controlar el acceso de los usuarios y recavar todos sus datos, pero el tratamiento de estos es muy sensible, por lo que se deben establecer unas medidas de seguridad que cumplan con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).

De hecho, la propia Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) considera la práctica de incluir datos biométricos como alto riesgo, y una de las medidas primordiales de seguridad es tener informadas en todo momento a las personas que van a tener que ceder su información privada. A continuación vamos a ver uno de los casos que se deben evitar a toda costa y que deben servir de escarmiento.

Una multa de 200.000 euros por incumplir las normas

El protagonista de esta historia es el equipo Burgos Club de Fútbol, que actualmente se encuentra compitiendo en Segunda División. La entidad ya ha sido castigada con una multa de 200.000 euros por ejercer anomalías en las reglas establecidas de solicitud de datos biométricos de sus socios. Por regla general, los usuarios deberían estar apercibidos con anterioridad de que sus datos iban a ser almacenados, pero no fue así.

No obstante, la corporación ha apelado el recurso atendiendo a dos reducciones que figuran en la AEPD: reconocer los derechos y el pago voluntario. De esta manera, la sanción se reduce hasta los 120.000 euros.

Todo ocurrió cuando dos socios denunciaron al club con el justificante de que pedir la huella dactilar era algo excesivo, cuando solo bastaba con enseñar el DNI y el abono de socio, y además no habían firmado ningún escrito que confirmara que se iba a llevar a cabo esa práctica de ahora en adelante.

El resultado fue que la empresa incumplía varias condiciones del reglamento de la AEPD y se han llegado a quebrantar hasta cinco artículos del RGPD. Por lo que, según el comunicado jurídico, si ya se aplicaba un sistema para identificar a todos los usuarios, no era necesario implantar una mecánica tan exhaustiva como es la huella dactilar. Y a pesar de que el club de fútbol insistió en que los datos biométricos se implantaron para evitar la violencia en el deporte, la AEPD tuvo que rechazar su fundamento porque existen otras formas de remediarlo.

Sin embargo, la sentencia sigue en el aire y el Burgos CF todavía tiene oportunidad de apelar y convencer a la Audiencia Nacional para retirar la demanda.

 

Fuente: Confilegal | adslzone