Uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la humanidad puede volver a rememorarse muy pronto y es que, tras tres intentos fallidos, el último visto por más de 8 millones de personas, SpaceX ya se está planteando lanzar su cohete de nueva generación por cuarta vez para dar cabida a la posibilidad de viajar hasta la Luna y explorar los entresijos del planeta rojo. ¿Cuándo tendrá lugar esta novedosa hazaña?, y lo que es más importante, ¿podrá anotarse Elon Musk de forma definitiva su triunfo o asistiremos a otro fallo técnico?

El cuarto cohete de SpaceX está listo

Desde el primer cohete lanzado por SpaceX en abril del año pasado, se ha ido perfeccionando poco a poco las diferentes mecánicas para tener el control por encima de la superficie de la Tierra. Pero nadie dijo que fuera fácil, y la empresa aeroespacial sigue empeñada en hacer realidad su sueño y llevar al ser humano de vuelta a la Luna y a Marte.

Ahora mismo, SpaceX tiene como principal objetivo lanzar el cohete más poderoso del mundo al espacio por cuarta vez en mayo, pero sin determinar aún el día exacto. Concretamente, los científicos tienen dos meses de margen par revisar los daños del anterior misil y comprobar qué es lo que causó su última destrucción para mejorar las partes más vulnerables. Así lo ha descrito recientemente la presidente y directora de operaciones, Gwynne Shotwell, esperando volar nuevamente «en unas seis semanas».

Sin embargo, la empresa de Elon Musk debe estar pendiente de que la Administración Federal de Aviación (FAA en inglés) pueda dar luz verde para que se produzca el próximo lanzamiento oficial de la nave Starship.

Un tercer vuelo exitoso

De momento, todos los despegues orientados hacia las estrellas están siendo probados y testeados por los integrantes de la compañía estadounidense. Por suerte, las pruebas han ido progresando de peor a mejor, ya que Shotwell calificó el lanzamiento de la semana pasada como el más exitoso: «Llegamos exactamente a donde queríamos ir». No obstante, el Starship terminó haciéndose añicos en su regreso a la Tierra.

Si bien se completó el vuelo principal con la llegada a la órbita por primera vez, no tuvo tanta suerte cuando descendía hacia el Golfo de México, cuyas piezas se fueron desintegrando a medida que caía a gran velocidad sobre el Océano Índico. Sin duda, esta es una de las tareas a tener en cuenta cuando se realice la cuarta prueba.

Si la próxima prueba culmina en victoria, posiblemente nos encontremos ante un hecho histórico, ya que se podrá transportar carga y tripulación hacia diferentes puntos del universo, concentrándose fundamentalmente en la Luna y en Marte.

 

Fuente: Digital Trends | adslzone