El pasado mes de febrero, todos los canales que no emitían en calidad HD desaparecían para siempre de la parrilla de la TDT. La publicación en el BOE de enero de 2023, accesible desde este enlace, era clara al respecto, “todos los canales de televisión, cualquiera que sea su ámbito de cobertura, deberán evolucionar sus emisiones a alta definición antes del 14 de febrero de 2024”.

Sin embargo, una vez se ha realizado la transición, muchos consumidores se han quedado con la sensación de que, efectivamente, los cambios no han cumplido con lo esperado. La mejora prometida no solo en imagen, sino también en sonido, no ha estado a la altura de las expectativas de sus usuarios. Que, en algunos casos, manifiestan continuar sufriendo una baja calidad en las emisiones de la TDT, cuando la resolución HD es ya una realidad.

Un problema de base

Uno de los problemas que nos ayudan a entender la situación actual tiene que ver con la calidad de la producción del contenido que actualmente se está distribuyendo a través de la TDT. En el caso de que se trate de contenido antiguo, probablemente su producción se haya realizado en un momento en el que la alta definición no fuera un habitual y no se contara con la infraestructura necesaria para llevarla a cabo. Ante este escenario, en el momento en el que los canales han llevado a cabo su transición hacia la resolución HD, su calidad se ve limitada por la propia naturaleza del contenido. 

Como consumidores, parece que la solución llegará cuando las producciones se realicen de manera nativa respetando, como mínimo, la calidad en HD. De este modo, se podrá distribuir respetando este estándar y, por tanto, no hará falta que a la postre se lleve a cabo ningún proceso a posteriori que trate de mejorar la imagen de manera artificial. 

Necesidad de cambios

Si bien es cierto que no todos son malas noticias y actualmente podemos acceder a una oferta de contenidos en HD superior a la que podíamos encontrar meses atrás, en algunos casos con una notable mejora con respecto a la resolución que estábamos acostumbrados hasta ese momento, la realidad es que actualmente todavía queda un largo camino por recorrer que invita a la necesidad de tener que replantear la estrategia llevada a cabo hasta este momento. Especialmente si tenemos en cuenta que la percepción mayoritaria de los usuarios es que el avance ha sido poco significativo y que todavía se disfruta de una calidad en el contenido pésima. 

Mientras esperamos a la tan ansiada mejora, también es importante que, como usuarios, nos aseguremos que nuestro decodificador es compatible con la TDT en HD. Y, en caso de que no sea así, que realicemos el cambio pertinente para poder abrazar la mejora de la calidad cuando, en la práctica, se haga realmente efectiva.

 

Fuente: adslzone