Las acusaciones de Musk sobre OpenAI, en realidad, parten de un acuerdo no escrito que se hizo para fundar la compañía en 2016 que, supuestamente, han incumplido. Sin embargo, la empresa detrás de ChatGPT, DALL-E y otros servicios de IA ha contestado en una publicación en su página web este martes 5 de marzo.

La respuesta de OpenAI a la demanda de Musk

La tecnológica ha aclarado que tomará medidas para desestimar «las afirmaciones de Elon». Además, ha aprovechado para contar su versión de la historia sobre el cambio de objetivos con respecto a la idea inicial de la fundación de OpenAI.

Lo cierto es que, en un principio, la compañía se había propuesto ofrecer servicios de inteligencia artificial de forma gratuita; de ahí su nombre ‘OpenAI’ que hace referencia a la IA de código abierto que querían poner a disposición de todo el mundo. No obstante, con el paso del tiempo, optaron por habilitar un servicio de pago para tener acceso a las novedades de su modelo de lenguaje grande (LLM son sus siglas en inglés) antes que nadie.

Durante el tiempo en el que los directivos discutían una estructura con fines de lucro, fue el propio Musk el que quería fusionar OpenAI con otra empresa, concretamente con la suya de automóviles. Según el post, el ex CEO quería «el control absoluto» de la marca: «A principios de febrero de 2018, Elon nos envió un email sugiriendo que OpenAI debería ‘conectarse con Tesla como su fuente de ingresos’.

Los cofundadores de OpenAI Greg Brockman, Ilya Sutskever, John Schulman, Sam Altman y Wojciech Zaremba aseguran que, con este movimiento, Musk pretendía hacerse con «el capital accionario mayoritario, el control inicial de la junta directiva y ser director ejecutivo». La propuesta del magnate iba contra la idea de promover una organización sin fines lucrativos que él mismo alega que era inquebrantable.

La firma estadounidense comparte otras conversaciones internas para demostrar que Musk miente en su denuncia. En el blog, consideran que el empresario se confundió con la misión de OpenAI, pero citan un mensaje que Ilya Sutskever le envió: «A medida que nos acerquemos a la construcción de IA, tendrá sentido a ser menos abiertos. Lo abierto en OpenAI significa que todos deberían beneficiarse de los frutos de la IA una vez construida, pero está totalmente bien no compartir la ciencia».

Además, destacan que Musk manifestó un compromiso inicial de invertir hasta mil millones de dólares en OpenAI y, finalmente, invirtió menos de 45 millones de dólares (que equivale a unos 41 millones de euros).

En la publicación, el resto de cofundadores mencionan que se sienten tristes de haber llegado a esta disputa con alguien al que admiran «profundamente» y les «inspiró a apuntar más alto». «Luego, nos dijo que fracasaríamos, creó un competidor y nos ha demandado cuando comenzamos a lograr avances significativos», han apuntado.

¿ChatGPT es una inteligencia artificial general?

La demanda de Musk también trata el tema de que la última gran actualización del LLM de OpenAI es ya una AGI (IA general). Esta acusación no es nueva, puesto que anteriormente ha manifestado el peligro que podía suponer el desarrollo de la IA por parte de las firmas más avanzadas como esta. Pero la empresa sigue negándolo.
En un comunicado interno del director de estrategia Jason Kwou, filtrado por Axios, explicaba las diferencias entre GPT-4 y el concepto de AGI. El primero «es capaz de resolver pequeñas tareas en muchos trabajos, pero la proporción entre el trabajo realizado por un humano y el realizado por GPT-4 en la economía sigue siendo asombrosamente alta». Mientras tanto, un AGI «será un sistema altamente autónomo lo suficientemente capaz de idear soluciones novedosas para desafíos de larga data».
La contestación del martes de OpenAI a las acusaciones de Musk no aluden directamente a este apartado de la denuncia. No obstante, este comunicado interno demuestra que no han alcanzado ese punto de desarrollo todavía.

 

Fuente: Axios | The Verge | OpenAI | adslzone