La operación más reciente de la policía griega contra la piratería de IPTV se ha saldado con un resultado muy exitoso. En el proceso han detenido a 9 de los 12 sospechosos a través de cinco redadas llevadas a cabo de manera simultánea dentro del país. Y el trabajo no ha terminado, porque no solo se está buscando al resto de implicados, sino que la policía también investiga a los clientes del servicio.

Una organización de gran calibre

La policía de Grecia tenía mucho interés en acabar con esta organización de IPTV pirata porque tenían constancia de que se trataba de uno de los principales negocios que estaban actuando en el país. Para ello, llevaron a cabo una investigación exhaustiva con la intención de golpear con fuerza de tal manera que los principales responsables de la organización cayeran al mismo tiempo. Eso evitaría que pudieran reaccionar y que tuvieran margen para escapar o poner a salvo su negocio ilegal.

Se acusa a los detenidos de distintos delitos, incluyendo tanto lo relacionado con pertenecer a una organización criminal como las faltas cometidas en términos de copyright. También se les acusa de ofensas relacionadas con los servicios de suscripción, algo que posiblemente haga muy felices a las principales plataformas presentes en el país. En último lugar, y con el afán de no dejar ningún delito por castigar, la policía también ha puesto cargos contra algunos de los piratas relacionados con la posesión de armas.

Los piratas pensaban en todo

Aunque hay muchos servicios ilegales de IPTV en el país, la policía está tratando de dar prioridad a aquellos que tienen organizaciones mejor estructuradas. Así, quieren acabar con aquellos negocios que están haciendo más daño a la industria del entretenimiento y la televisión. De esta organización han desvelado que los distintos miembros que formaban parte de la plantilla se repartían los trabajos para que cada uno aportara lo que se le diera mejor.

Dos de los piratas eran los encargados de supervisar que la red de transmisión de IPTV era estable, lo que garantizaba que los clientes estuvieran satisfechos y que el flujo de dinero de las suscripciones continuase fluyendo mes a mes. Otros de los piratas tenían la responsabilidad de vender el servicio y buscar nuevos clientes sin descanso. Estos vendedores se ocupaban de distribuir receptores de IPTV a las personas que se interesaban por el servicio y, además, gestionaban los pagos. Si un cliente no pagaba una de las facturas estaban al tanto de ello para presionar con la intención de cobrar o cortar el acceso a la plataforma de IPTV para que no pudieran entrar hasta que volvieran a pagar.

Hay que tener en cuenta que, parte del éxito de esta organización, radicaba en que tenían un software a disposición de los vendedores. Estos podían gestionar el trabajo que hacían desde el mismo y unir a los clientes que captaban para llevarse un 40% de la recaudación que se hacía de ellos. Eso les animaba a seguir buscando clientes a los que vender suscripciones.

Los clientes en el punto de mira

A diferencia de otros casos, la policía no quiere dejar pasar la investigación de los clientes. Para entender mejor la responsabilidad que tienen, han hecho cuentas y llegado a la conclusión de que los suscriptores de este servicio ilegal han llegado a ahorrar alrededor de 420.000 euros. Con este dinero han provocado, según las autoridades, unas pérdidas de 2.240.000 euros a los servicios de streaming bajo suscripción. Haciendo cuentas, estiman que, como media, cada cliente ha ahorrado unos 210 euros debido al uso del servicio.

En esos mismos datos, la policía argumenta que cada cliente habría sido responsable de producir unas pérdidas de 1.120 euros a los servicios legales de streaming. La duda está en saber qué ocurrirá ahora con esos clientes que están siendo investigados. Por lo que parece, los agentes solo investigan a 43 personas que han sido denunciadas por el uso de este servicio pirata de IPTV. Se desconoce si el objetivo de las autoridades es multar a estos usuarios o si, al final, la investigación solo terminará con un aviso.

Se sabe, como decíamos antes, que los gobiernos quieren infundir cada vez más miedo entre los usuarios para que abandonen el uso de estos servicios. Poner multas a los que hayan sido cazados utilizándolos quizá podría ser una medida de evitar que la tendencia continúe. Pero no deja de sonar, hoy por hoy, un poco extremo, al menos en comparación a los precedentes en los que los piratas han sido los únicos castigados.

 

Fuente: TorrentFreak | adslzone