Si viviste los años 80 y los 90, por ejemplo, seguro que alguna vez le atizaste a tu televisión si la imagen parpadeaba, si la señal de la antena no funcionaba en condiciones o si se producía algún problema con el color. Los problemas podían ser varios y, cuando ya habías probado todas las soluciones, lo último que te quedaba era el bofetón. Ojo, muchas veces, sorprendentemente, funcionaba. Nadie sabía por qué, pero lo hacía.

No lo hagas en la actualidad

Aunque la idea te parezca curiosa y divertida, no creas que décadas atrás usábamos las televisiones como si fueran un punching ball. El golpe a la tele venía de sopetón, normalmente provocado por la acumulación de ira, porque estabas saltando entre los barcos de Super Mario Bros. 3 justo cuando falló la imagen o porque querías ver a tu equipo favorito en un partido de fútbol. Los fallos de la tele siempre pasaban en el peor momento y la rabia te llevaba a ello: a la «leche mágica».

Pero hoy día no debes hacerlo. El principal motivo es porque, si lo haces con una Smart TV, es posible que la rompas del bofetón o de la caída que seguro que se produce. No puedes comparar los paneles planos de la actualidad con las televisiones CRT, las «de tubo» de toda la vida, que tenían una resistencia que era sorprendente. Esas sí que las podías golpear sin problemas.

Fallaban mucho más que ahora

Esto también es cierto. Las televisiones CRT fallaban a menudo y nos daban muchos problemas. Pero esto, en realidad, tenía una explicación: normalmente no las cambiábamos durante años y años. Comprar una TV de tubo significaba tenerla en la familia hasta el final de los tiempos. Al fin y al cabo, no había muchos motivos para cambiarlas. Se trataba de tecnología que no iba mejorando con novedades como ocurre ahora o que no se quedaba desfasada en términos técnicos. Cuando llegó el Teletexto hubo muchas familias que siguieron con sus televisiones clásicas sin esta función, porque, al final, tampoco resultaba algo demasiado importante.

Por ello, por esa enorme cantidad de años que teníamos la televisión en casa, era lógico que se dieran problemas de rendimiento y fallos. Siempre intentábamos evitar llevarla al servicio técnico hasta que no había más opciones (que normalmente era cuando se quemaba el tubo de imagen, porque eso ya no tenía arreglo casero sin cambio de pieza). Hoy día renovamos las Smart TV de forma más habitual y eso evita que tengamos que sufrir tantos problemas como ocurría en el pasado.

Volviendo a los golpes, acción que recibe el nombre de «mantenimiento de percusión», nos preguntábamos antes si era útil y por qué podría ser. Lo cierto es que el método no funcionaba siempre, pero sí en una gran cantidad de casos. Para entender el motivo hay que recordar que las televisiones CRT tenían una estructura interior distinta, con muchas más piezas y colocadas estas de una manera diferente. Además, se generaba un nivel de calor interno que era extremadamente alto. Eso podía provocar varios problemas en el interior de la televisión, como pequeños niveles de corrosión o secados en las resinas. También había situaciones en las que el contacto de las piezas no era bueno u otras en las que estas se movían de sus posiciones.

Debido a todo ello, un golpe a la televisión o incluso sacudirla un poco y menearla, podía llevar a que estos problemas se solucionasen. La resina seca se podría caer y liberar la conexión y, por ejemplo, las piezas volver a su posición. Es imposible saber qué pasaba en cada caso, pero tenemos claro que la técnica funcionaba.

Eso sí, por lo general se trataba de soluciones pasajeras y, cuando ese tipo de cosas comenzaban a ocurrir, ya sabías que llegaría un día en el que la televisión no se volvería a encender. Pero, mientras funcionase, era una buena manera de ir tirando. Hoy, como tantas otras cosas, es algo que ha quedado atrás en el pasado junto a los músculos que ganábamos cada vez que teníamos que levantar una tele CRT para moverla entre habitaciones. ¡Qué cómodo es todo ahora!

 

Fuente: How to Geek | adslzone