Cuando estás conduciendo y tienes el móvil al lado sirviendo de guía, es normal que la temperatura que alcanza el dispositivo sea elevada. La luz del sol pegando directamente sobre el terminal, tener varias aplicaciones abiertas al mismo tiempo o el uso del GPS con Google Maps o una de sus alternativas, son procesos que aumentan el calor. La próxima vez que te ocurra, te recomendamos aplicar una idea diferente.

Un plan a la desesperada

Leemos esta información en una web americana donde el autor del artículo no duda en compartir algunos consejos para evitar que la temperatura de tu móvil aumente demasiado. Son consejos típicos que tampoco tienen mayor interés, pero la cuestión es que también comparte su «plan desesperado» al que llegó en un momento de pánico mientras conducía por las carreteras estadounidenses.

Dice que se encontró en una situación crítica porque su móvil se apagaba de forma constante debido a la alta temperatura que estaba alcanzando. Lo había probado todo y decidió hacer una parada en la gasolinera más cercana para improvisar una medida desesperada. Al final, como te vamos a contar, le terminó saliendo bien, lo que no deja de resultar curioso.

¿Qué es lo que hizo?

Lo primero de todo, compró un vaso-taza de plástico fabricado con poliestireno. Hace especial hincapié en que tenía que ser el más grande posible, así que, si estás replicando este método, también te recomendamos ir a por el de mayor capacidad. Si no sabes qué es el poliestireno, se trata de plástico. Puedes comprobar en Google con una búsqueda para ver el tipo, pero como puedes apreciar, no es nada complicado de encontrar en una gasolinera.

Es posible que, incluso, no tengas que pagar por el vaso. A continuación, lo siguiente que hizo fue irse a la máquina de refrescos rellenables y usar el dispensador de hielo para llenar el vaso. Como esto es poco probable que lo encuentres en una gasolinera española, te recomendamos que compres uno de los paquetes de hielo que sí encontrarás fácilmente. Después de eso, no te olvides de comprar un poco de regaliz, porque es una de esas cosas que no se venden en otros países. Aprovecha, y pide que te pongan bolsa. Luego vuelve al coche.

A continuación, lo que hizo el periodista fue poner el vaso con el hielo en el portavasos de su vehículo. Tras eso, puso la bolsa de plástico encima del hielo actuando como bloqueador de la humedad. Y, acto seguido, metió el móvil encima y lo llevó hasta el cielo para enterrarlo en frío. Exactamente menciona que dejó la mitad del móvil introducida en el hielo y el resto fuera. Gracias a la bolsa de plástico se produce un buen efecto de protección, en especial sabiendo que no vas a tener el dispositivo dentro durante horas.

Lo que él comenta que hizo fue, de vez en cuando, cambiar la posición del móvil. Ponía la parte de abajo dentro del hielo o la de arriba, dependiendo del momento. Para ello tenía que desconectar el cable de carga, por supuesto, pero manteniendo esta rutina asegura que pudo completar el viaje al completo sin que se volviera a apagar.

Tal y como él dice, esta misma idea se puede replicar de forma un poco más eficiente, aunque mantengas la filosofía del truco rústico. Por ejemplo, pon hielo cubierto por una toalla pequeña para que esta absorba la condensación del agua y luego coloca el móvil encima. Será igual de práctico y podrás mantener el móvil enfriado sin tener que complicarte tanto. Eso sí, recuerda que el frío extremo tampoco es bueno para tu dispositivo, así que no te emociones y lo termines congelando. Pero como plan loco en una situación en la que no tengas otra opción… ¡puede ser interesante! Eso sí, recuerda ser cuidadoso.

 

Fuente: Life Hacker | adslzone