El debate sobre el agua del grifo es recurrente. Ha venido persiguiendo a los ciudadanos y a los científicos desde hace muchos años. La sociedad está igual de dividida que algunos expertos. Por ello, es frecuente recurrir a métodos alternativos para no beber agua directamente del grifo, como usar sistemas de filtrado. ¿Hay necesidad de tomarse tantas molestias?

Existe riesgo

La mayoría de estudios científicos que se realizan de manera internacional apuntan a unos resultados que no invitan precisamente a sentirse tranquilos bebiendo agua del grifo. También es cierto que es frecuente que estos análisis se realicen en Estados Unidos y que la calidad de la que disponen allí no sea precisamente la misma de la que podemos disfrutar en nuestro país. No obstante, ten en cuenta que, en algunos listados y tops de calidad del agua, España no suele estar demasiado lejos de Estados Unidos.

Dicho esto, tenemos en cuenta varios de los estudios, como el que hizo EGW, en el cual llegaron a descubrir que el agua del grifo podía tener más de 20 elementos carcinógenos. Se tiene en cuenta que, eso sí, en todos estos casos se trata de agua que ha recibido la aprobación de las autoridades para su consumo seguro. Estos elementos carcinógenos no exponen directamente a la enfermedad, sino que aumentan los riesgos de llegar a sufrirla.

Todo esto tiene el agua del grifo

Las autoridades aprueban el consumo de agua del grifo, pero si por algo cada vez hay más personas que compran agua embotellada o que utilizan sistemas de filtrado, es por algo. Algunas de las sustancias cancerígenas que se pueden encontrar incluyen radio, uranio, arsénico o derivados y residuos procedentes de desinfectantes. Es importante ser conscientes de que las cantidades de todo ello se pueden presentar de forma mínima, aunque no implicando que exista menos riesgo por ello.

Tal y como dice Olga Naidenko, de EGW, todos los compuestos nocivos que se encuentran en el agua lo que hacen es aumentar los riesgos. No obstante, el consumo del agua está aceptado y no existe ningún tipo de aviso o recomendación que lleve a pensar lo contrario. Al mismo tiempo, proporcionalmente las cantidades de personas que sufrirán cáncer debido al consumo del agua del grifo es inferior al de otros agentes que exponen a este mismo tipo de enfermedad. De todas formas, el riesgo existe y es algo de lo que muchos especialistas quieren informar al público. Al final, se trata de tomar la decisión de no exponerse a un factor que te puede provocar cáncer o si aceptas el riesgo, aunque pequeño, de que podrías llegar a sufrir la enfermedad.

Los tipos de cáncer con los que más se relaciona el consumo de agua del grifo incluyen el de piel, debido a la exposición al arsénico, el de pulmones o de vejiga. También hay otros tipos de cáncer que se mencionan en algunas investigaciones, como el de hígado.

¿Qué hacer teniendo esto en cuenta?

Una de las soluciones más comunes incluye la instalación de filtros de agua. Pero hay que tener en cuenta que, como dicen algunos especialistas, no todos los filtros te van a proteger de todos los agentes nocivos. Es posible que, por ejemplo, luchar contra el arsénico sea realmente complicado. Por lo general, eso es algo que solo pueden asegurar algunos filtros de precio muy elevado. De todas formas, sí que es verdad que si el filtro reduce alguno de los agentes nocivos ya es algo que se está ganando respecto al consumo directo del agua desde el grifo.

Los expertos recomiendan que, ante todo, es importante combatir el miedo al consumo de agua del grifo. Si miramos la situación con perspectiva, hay acciones y prácticas mucho más nocivas que esta. Por ejemplo, un estudio analiza la forma en la que el miedo al consumo de agua del grifo provoca que sea más común optar por refrescos u otras bebidas que, a la larga, podrían llegar a ser incluso peores.

Recientemente se han llevado a cabo varios estudios en los que se está profundizando en relación a la presencia de sustancias PFA en el agua, lo que significaría que el organismo se estaría viendo afectado por contaminantes que se acumulan en el cuerpo humano con el paso del tiempo. Esta investigación abre una nueva frontera a la discusión y exploración sobre la calidad del agua del grifo.

En España se ha llegado a la conclusión de que el agua del grifo tiene microplásticos tal y como refleja este estudio, pero falta una regulación que determine si son demasiados o no. Por lo tanto, resulta obvio que va a continuar siendo un tema abierto al debate, aunque no sorprende que, teniendo todos los detalles en cuenta, el consumo de agua en botella siga aumentando. También debes recordar que la calidad del agua varía mucho no solo entre distintas partes del mundo, sino que se diferencia en base a las ciudades y puntos de un mismo país.

 

Fuente: adslzone