Los refrescos Zero se han posicionado con mucha fuerza en los últimos años hasta el punto de, en algunas marcas, superar a sus versiones tradicionales con azúcar. Y tal como reconocen muchos consumidores, no se trata solo de una elección debido a la ausencia de azúcar, sino que también influye el sabor. No obstante, cualquier motivo positivo podría quedar ensombrecido dentro de muy poco.

Se comentaba y al final será oficial

Había voces críticas, científicos y expertos que ya habían atacado a las bebidas Zero en el pasado. En la composición se encuentra Aspartamo, un edulcorante artificial que ha sido fruto de multitud de críticas con el paso del tiempo, pero que nunca había provocado que la OMS tomara cartas en el asunto de una manera definitiva. Ahora esto va a cambiar y, por fin, muchos de los especialistas que recomendaban desde hace tiempo no beber refrescos zero, respirarán tranquilos al ver el cambio de rumbo.

No es que las bebidas Zero se vayan a prohibir y dejar de vender, pero si la OMS determina en su clasificación que el aspartamo es «posiblemente cancerígeno para los humanos«, es más que probable que el abandono del consumo de estos refrescos es algo que acabe sucediendo. Al fin y al cabo, la voz no tardará en correrse e incluso, quién sabe, habría que ver si las marcas están obligadas a incluir algún tipo de aviso en las latas de las bebidas.

¿Qué tiene aspartamo?

Esta es una pregunta con trampa. Estamos hablando de los refrescos Zero, porque son los más populares del mercado y los que, desde hace años, han revolucionado la industria de las bebidas con gas. Pero lo cierto es que hay otras muchas bebidas que también incluyen, en su composición, el ingrediente de marras. Es el caso, por ejemplo, de la Fanta naranja. ¿Te hubieras imaginado que te expone al mismo nivel de riesgo que la Coca-Cola Zero? Pues así es.

La lista de bebidas que se verían afectadas cuando la Organización Mundial de la Salud se pronuncie incluyen también las siguientes: Sprite, Dr Pepper, Dr Pepper Zero, Pepsi Light, Pepsi Max, Red Bull sin azúcar (la lata de color azul claro), Powerade y 7Up Free. También hay otras bebidas que no están a la venta en España y que incluyen este ingrediente, por lo que el efecto que va a producir la onda expansiva de esta noticia va a ser bastante impactante.

Al mismo tiempo, otra mala noticia que tenemos es que no solo hay refrescos que tienen aspartamo, sino que otros productos que solemos consumir de forma habitual también lo incluyen. Es lo que pasa con los Smint XXL Peppermint, los Mentos Gum y otros caramelos y postres que no incluyen azúcar. Por este motivo, a raíz de lo que ocurra en las próximas semanas habrá que plantearse muy seriamente el cambio de ciertos hábitos en nuestro día a día.

¿Por qué es tan malo?

A lo largo de los años se han realizado distintos estudios y pruebas con el objetivo de comprobar si el aspartamo realmente afectaba al organismo de manera negativa. En algunos casos, los resultados no fueron concluyentes. En otros, demostraban que había que preocuparse muy seriamente por su consumo. Pero lo cierto es que aunque la sociedad ha estado al tanto de algunas de estas investigaciones, la comodidad que aportan los refrescos zero siempre nos ha llevado a decantarnos por «mirar hacia otro lado». Además, ha sido habitual que se haya tratado de reducir el peso de estas investigaciones para que esta sustancia no pareciera «tan mala» de cara al consumidor.

Los efectos que se ha detectado que tiene en el organismo incluyen alteraciones en el bioma intestinal, exposición a sufrir depresión o la posibilidad de aumentar el riesgo de tener cáncer. Todo ello se sabía ya, pero si la OMS anuncia lo que se dice que va a anunciar, el trato al aspartamo cambiará. La organización hará oficial que existe un vínculo entre este ingrediente y el cáncer, pero la clave posiblemente se encontrará en el nivel de riesgo que se le otorgue a esta sustancia.

Hay cinco niveles distintos en los que se clasifican las sustancias que pueden exponerte al cáncer. El tabaco y la carne procesada se encuentran en el nivel 1, el más peligroso de todos y el de vínculo más directo con la enfermedad. En la categoría 2A, la cual también es alta, se incluyen como probablemente cancerígenos el quemado de los alimentos (lo negro que siempre raspamos) o la carne roja. En el caso del aspartamo, dicen los rumores que recibiría clasificación 2B, lo que significa que será «posiblemente cancerígeno».

Pero no olvides que, en esa misma categoría, se encuentran los campos electromagnéticos que generan los teléfonos móviles, y millones de personas siguen durmiendo con su móvil al lado. La respuesta a todo el drama de las bebidas Zero la tendrá la OMS dentro de unas semanas, y se reflejará en la clasificación que seleccionen para el aspartamo y luego en cómo actúen los gobiernos para obligar a las marcas o no a indicarlo en sus productos.

 

Fuente: adslzone