Con todas las televisiones tienes que tener cuidado en lo relacionado con la gestión del sonido, tanto si tienes un modelo Smart muy avanzado como si estás usando una pantalla más antigua. Hay televisiones con las que tendrás que ser más precavido, puesto que no disponen de tecnología de ajuste de sonido. Toma nota de los niveles límite que tienes que respetar.

Volumen máximo permitido

Si nos remitimos a los decibelios que están permitidos según la ley, es necesario saber que el límite que se impone para la actividad nocturna es de 30 decibelios. A lo largo del día, en horario diurno, el rango de decibelios en el que te puedes mover es de entre 35 y 40. No obstante, cada zona del país puede tener variaciones de pequeño nivel, así que no es una mala idea asegurarte.

Ahora la pregunta que te debes hacer es a cuántos decibelios equivale el nivel de sonido de tu televisión. Esto variará dependiendo de la potencia de tu pantalla y de los altavoces que tenga, o de tu propia instalación de sonido que tengas instalada en casa. No obstante, sí que hay una serie de rangos que puedes tomar como referencia para evitar exponerte a problemas.

Así, una televisión que se encuentra a nivel medio puede llegar a generar una potencia de entre 50 y 60 decibelios, mientras que una que esté a su máximo nivel es posible que supere con facilidad los 75 decibelios. Esta gran cantidad de ruido es equivalente a la de una alarma sonando o una lavadora cuando está haciendo más ruido, así que posiblemente te puedes hacer a una idea con facilidad de lo que supone.

¿Cuánto ruido generas?

De todas formas, no pienses que simplemente tienes que fijarte en los decibelios. No tendría sentido que si una televisión a nivel medio genera 50 decibelios no podamos ponerla nunca a ese volumen porque el límite diurno se encuentre en un máximo de 40. Por lo tanto, el secreto de lo que ocurre y lo que debes tener en cuenta es que es fundamental la posición en la que se encuentra la televisión y la distancia que existe respecto a la pared con la que conectas con tus vecinos o respecto a quien la está viendo.

Por lo tanto, tienes que plantearte el lugar donde se encuentra la televisión para así tener una idea más concreta de hasta dónde podrás llevar el volumen. En cualquier caso, intenta no elevarlo demasiado y, en el caso de querer oírlo más alto, siempre puedes recurrir al uso de auriculares. Si quieres una información más precisa, podrías adquirir un medidor de sonido que te permita calcular los decibelios para saber, desde distintas distancias, cuánto ruido estás generando con cada nivel de la televisión.

¿Cómo evitar problemas?

Uno de los inconvenientes con algunas televisiones es que no cuentan con sistemas que ajusten la emisión de sonido. Eso suele provocar que configures el sonido a un nivel adecuado en una película o servicio de streaming y que, luego, cuando cambies a un canal de televisión, un videojuego o incluso otra plataforma online, te encuentres con el que sonido no se reproduce al mismo nivel. Esto ocurre con modelos que no están preparados para optimizar su sonido de manera inteligente, pero en la actualidad la mayoría de Smart TV disponen de distintas tecnologías que sí ponen en tus manos capacidad para evitar estas situaciones.

Lo primero que debes comprobar en tu televisión es si incluye modos de sonido entre los que seleccionar, puesto que podría disponer de alguna opción que garantice que disfrutes de una experiencia más equilibrada en la reproducción de cualquier tipo de contenido. Lo que vas a encontrar en tu menú de opciones variará mucho dependiendo del fabricante y modelo, pero hay casos incluso en los que dispones de sistemas de inteligencia artificial que serán capaces de ajustar cada sonido para que siempre se mantenga dentro del rango que hayas delimitado. Eso te asegurará que nunca tengas problemas o incidentes por provocar ruido durante la noche.

No obstante, para evitar estos problemas te recomendamos que lo que busques en la configuración de la televisión sean los modos de uso nocturno. Estos han sido desarrollados específicamente para reducir el volumen de los sonidos más graves mientras el resto de sonidos se escuchan de una manera clara. Así evitarás esos momentos tan molestos en los que las secuencias de acción te rompen los oídos, mientras que cuando los personajes hablan no se llega a escuchar nada.

 

Fuente: adslzone