Un trabajo que han publicado en conjunto la Universidad de St. Gallen y la Columbia Business School nos quiere ilustrar acerca del significado y el impacto que tiene en nuestras vidas el uso de la tecnología más moderna. En especial se concentran en el uso de equipos autónomos como los robots aspiradores, los asistentes inteligentes y otro tipo de herramientas similares.

Cada vez hacemos menos cosas

La lógica nos dice que, si la tecnología nos quita trabajo duro, vamos a ser más felices. ¿No piensas lo mismo? Yo, personalmente, creo que soy más feliz desde que tengo un Roomba recorriendo la casa totalmente a su bola y aspirando toda la sociedad que hay por el suelo. Pero en el estudio, que se publica en el Journal of Marketing, dicen que no es así. Y ahora que lo empiezo a pensar un poco, quizá hasta tengan razón. Los científicos, al final, siempre tienen razón.

El trabajo está realizado por Emanuel de Bellis, Gita Venkataramani Johar y Nicola Poletti, que seguramente no vayan a hacer buenas migas con los fabricantes de tecnología. Porque, como te contamos ahora, lo que vienen a explicar es que con este tipo de dispositivos estamos perdiendo esas cosas que nos hacen sentir satisfacción a lo largo del día.

Roomba, no calientes, que no sales

El contenido que se incluye en el estudio nos ha fascinado por la manera en la que «nos ha abierto los ojos». Su teoría es que las tareas del hogar más mundanas nos hacen sentir una sensación de satisfacción y plenitud cada vez que las terminamos. Y eso, al mismo tiempo, nos hace felices. Son trabajos domésticos sencillos que no requieren ninguna complicación técnica, como lavar los platos a mano, barrer el suelo o buscar algún tipo de información en Internet.

Cuando hacemos esas cosas, nos sentimos realizados y encontramos sentido a la vida. Pero si le dejamos todo ese trabajo a las máquinas, por mucho que sea más cómodo, que te canses menos y que puedas tener tiempo libre para otras cosas, lo que haces es no anotar «puntos» en lo que vas haciendo a lo largo del día. ¿Sabes eso tan típico de pensar que un domingo te ha cundido mucho porque durante la mañana has barrido, puesto dos lavadoras, fregado los platos y hecho mil cosas más? Pues no podrías hacerlo si tuvieras robots o máquinas para todo. Tendrías toda la mañana del domingo para estar tirado en el sofá o disfrutar del tiempo libre, pero habría algo en tu interior que te estaría diciendo que no has aprovechado el tiempo.

¡Qué complicada es la mente humana! Al mismo tiempo, el estudio argumenta que hay muchas personas en el mundo que son reticentes a la compra de máquinas autónomas por este motivo, porque las ven como algo innecesario en un día a día donde ellos disfrutan de las pequeñas tareas del hogar. De todas formas, el estudio no lanza el veneno sin dar una solución a los fabricantes. Les dicen que tienen que comenzar a redirigir la atención de los consumidores hacia lo positivo de tener ese tiempo libre, como aprovecharlo para disfrutar de actividades con la familia o para hacer cosas que también te ayuden a ver el sentido de la vida.

¿A ti qué te parece que tu robot aspirador limpie el suelo y que tú no tengas que hacer nada? Dicen las estadísticas publicadas por iRobot que usando uno de sus aspiradores puedes ahorrar 110 horas al año. Eso es mucho tiempo para invertir en otras cosas. ¿Y no es algo bueno usar los comandos de Alexa en vez de recurrir al buscador del móvil o el ordenador? Pero, por lo que aprendemos hoy, está claro que si vamos a usar este tipo de tecnología debería ser de una manera en la que complementemos esa búsqueda de satisfacción de una forma distinta. Me vas a perdonar que termine esta noticia ya, porque tengo que barrer el suelo, fregar los platos y pasarme 15 minutos buscando en Internet la receta para preparar el ratatouille que me han pedido los niños.

 

Fuente: Phys | adslzone