La firma S&P Global Mobility presenta datos interesantes para ver cómo evoluciona la edad media de los vehículos eléctricos en Estados Unidos, un mercado que podemos extrapolar para saber cómo envejecen los coches eléctricos.
Un parque de vehículos muy joven
Según arrojan cifras de un estudio elaborado por la firma S&P Global, la edad promedio del coche eléctrico en Estados Unidos es de 3,6 años, una cifra muy reducida en relación con la que presenta un automóvil de combustión. La media presente en los modelos diésel o gasolina es superior a los 12 años.
Todo parece indicar que el coche eléctrico se encuentra mucho más cerca de ser el elemento central de la transición ecológica. Sin embargo, su durabilidad ha sido un elemento constantemente en entredicho. Estamos ante una tecnología joven, por lo que el dato todavía se queda corto, pero hay que mirar más allá.
De hecho, el parque de vehículos eléctricos con batería (BEV por sus siglas en inglés) ha rejuvenecido. Este dato está reduciéndose con el paso de los años. En la última publicación de S&P, el coche eléctrico tenía una edad media de 3,7 años, un punto superior que en este último informe.
Durabilidad de los coches eléctricos
La edad promedio de los BEV está bajo la lupa ya que los coches eléctricos abandonan la flota más rápidamente que sus contrapartes de motor de combustión interna (ICE) y diesel. Según el análisis de S&P Global, de los casi 2,3 millones de BEV registrados en los Estados Unidos entre 2013 y 2022, alrededor de 2,12 millones todavía están en la carretera hoy en día; alrededor del 6,6 % han dejado la flota.
Cuando se trata de otros tipos de combustible, excluyendo los BEV, de los aproximadamente 158 millones vendidos en el mismo período de tiempo, hay alrededor de 149,8 millones de vehículos en circulación hoy, lo que refleja que el 5,2 % ha dejado la flota.
De esta superior tasa de abandono no se pueden extraer conclusiones a nivel de fiabilidad. Todavía es temprano para saber si el coche eléctrico puede ser capaz de multiplicar su presencia en las carreteras debido a la justificación de su vida útil.
Hay retos por delante como el incremento de la autonomía, con baterías capaces de durar 1.000 kilómetros a la espera de ser producidas en masa, y el tema de la fiabilidad, a la que marcas como Tesla no han ayudado a tener mejor imagen del sector eléctrico. La compañía que dirige Elon Musk suele estar copando titulares, pero también en los puestos más altos de averías.
Hay unidades de Tesla con más de medio millón de kilómetros recorridos, pero por el camino se han sustituido equipamientos completos. El fabricante tiene la política de sustituir todo el conjunto de baterías a poco que haya una pequeña avería en alguna celda. Además del impacto medioambiental que tiene esto en una supuesta movilidad verde, no sirve para considerar que una misma unidad de BEV puede igualar a un vehículo de combustión.
Fuente: El Economista | adslzone
