Con la próxima llegada del verano y de las vacaciones asistimos al habitual aumento del número de desplazamientos por carretera y la DGT intensifica sus controles por carretera, tanto con vehículos oficiales como camuflados. Hace unos años (o en el caso actual de los vehículos oficiales de la Guardia Civil podíamos encontrar el indicativo PGC en la matrícula (Parque de la Guardia Civil), pero ya no. En este artículo vamos a repasar algunos de los rasgos más característicos sobre los vehículos camuflados que usan la Guardia Civil y la DGT.

Unos 6.000 vehículos de incógnito

No se conoce el número exacto de vehículos que están disponibles para la agrupación de tráfico de la Guardia Civil, pero hay información aproximada disponible. Se sabe que la Guardia Civil tiene alrededor de 6.000 vehículos patrulla, incluyendo aquellos que están identificados y los que tienen camuflaje.

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Además de coches camuflados, la Guardia Civil cuenta con otros tipos de vehículos camuflados. Por ejemplo, según datos de The Objective, 34 motocicletas que llevan sólo un par de años en funcionamiento, 14 furgonetas y hasta dos camiones, estos últimos realmente indetectables entre el tráfico rodado de la carretera.

Cómo reconocer los coches camuflados

A la hora de saber cuándo un coche que veamos en carretera es o no realmente un radar móvil camuflado, hay una serie de aspectos que tener en cuenta para distinguirlos. Por ejemplo, echando un vistazo a los ocupantes. El vehículo es camuflado, pero es completamente normal que los ocupantes lleven puesto el chaleco reflectante de la Guardia Civil o incluso el uniforme verde. Además, en los coches camuflados de la Guardia Civil siempre van dos agentes. Es cierto que algunos de estos coches cuentan con lunas traseras tintadas, pero no es lo habitual ni mucho menos.

Aunque ya hemos perdido la referencia de marcas y modelos, algo que «cantaba» mucho en el pasado y que ahora se ha complicado debido a que se utilizan coches requisados en operaciones policiales, todavía hay ciertas señales. Por ejemplo, suelen ser coches relativamente nuevos, como mucho con dos o tres años de antigüedad y no se suelen ser coches de alta gama ni modelos de corte deportivo.

Los colores también nos pueden ayudar a distinguir coches camuflados. Suelen ser colores tradicionales y no demasiado llamativos como gris plata, negro, blanco. No esperes encontrarte coches camuflados de tonos llamativos como amarrillo o naranja.

Sin embargo, el truco definitivo es echar un vistazo al portamatrículas. Si lleva un soporte publicitario que muestra el concesionario responsable de la venta, entonces puedes estar seguro de que no se trata de un coche camuflado de la Guardia Civil.

Estos vehículos también disponen de rótulos luminosos en la luna trasera y en el parabrisas. Cuando están apagados son más difíciles de distinguir, pero puede que una sombra te ayude a saberlo de antemano.

 

Fuente: adslzone