Esto ha llevado a muchos usuarios a preocuparse por si se tratase de un caso similar al de Apple, quienes fueron sancionados hace un tiempo tras demostrarse obsolescencia programada de los de Cupertino en sus iPhone, a cuenta de la vida de sus baterías y las actualizaciones de iOS.

Obsolescencia programada en Tesla

La empresa de vehículos eléctricos que preside Elon Musk promete actualizaciones de software periódicas. Oficialmente, estas «introducen nuevas características, funcionalidades y un mejor rendimiento».

Sin embargo, tal y como se extrae de una nueva demanda colectiva contra Tesla, dichas actualizaciones de software realmente estarían provocando un empeoramiento del rendimiento. El texto de la denuncia es el siguiente:

“Cuando los propietarios de automóviles compran sus vehículos, razonablemente esperan que los eventos imprevistos, como la climatología, los accidentes o los pinchazos, puedan afectar a las prestaciones de sus vehículos y provocar reparaciones costosas. Pero ningún consumidor razonable esperaría que el propio fabricante de coches, a través de un sistema automatizado, interfiera deliberada y significativamente con el rendimiento del automóvil a través de actualizaciones de software que reducen la capacidad operativa de los vehículos. Pero eso es precisamente lo que Tesla ha hecho aquí”.

Concretamente esta interferencia deliberada en el rendimiento a través del software se refiere a un descenso de la autonomía, una estadística crucial para cualquier vehículo eléctrico. Algunos propietarios de Tesla Model S y Model X informan que su rango de autonomía se redujo hasta en un 20% luego de una actualización de software reciente. Revertirlas hasta la capacidad anterior puede costar hasta 750 dólares.

Otros dicen que tras esta actualización sus baterías han dejado de funcionar completamente. Estos propietarios se ven obligados a reemplazar sus baterías por completo, lo que puede costar hasta 15.000 dólares.

Antecedentes en 2019

Esta nueva demanda presentada contra Tesla no es la primera que se realiza por motivos similares. En 2019 se demandó al fabricante otra vez. Entonces fueron los vehículos Model S con paquetes de baterías de 85 kWh, que se descontinuaron en 2016, los afectados en ese momento. Para la mayoría de los propietarios, la caída del rango ocurrió después de actualizar el software entre las versiones 2019.16.1 y 2019.16.2 de Tesla.

La reducción de autonomía fue de 12 a 30 millas (19 a 48 kilómetros) a después de esa actualización de software. La velocidad de carga también se vio muy afectada. Los propietarios de Tesla terminaron llevando al fabricante de automóviles a los tribunales por este motivo y ganaron el pleito. Tesla restableció la mayor parte de la capacidad de la batería y tuvo que indemnizar a cada propietario afectado con 625 euros.

Entonces, Tesla nunca dejó que los propietarios supieran lo que estaba pasando. La última vez, solo dijeron que la capacidad se redujo debido a una preocupación en el ámbito de la seguridad, pero nunca les explicaron de qué se trataba o cuál era el plan para solucionar el problema, ya que obviamente reducir la capacidad de sus vehículos no es una solución a largo plazo.

 

Fuente: Electrek | adslzone