La estratosfera​ es una de las capas de la atmósfera terrestre y comienza entre los 6 y los 9 kilómetros de altura en los polos y por encima de los 16 km en las regiones ecuatoriales. Esta capa tiene unos 30 kilómetros de espesor. Uno de los fenómenos más extraños que se producen allí es que la temperatura aumenta a medida que ascendemos, al contrario de las capas por encima y por debajo. Esto se debe a que las moléculas de ozono presentes en la estratosfera absorben radiación electromagnética.

Para comprender más de lo que ocurre en esta región un equipo liderado por Daniel Bowman de Sandia National Laboratories, ha enviado globos sondas dotados con diferentes instrumentos científicos, entre ellos varios micrófonos.  No es la primera vez que los globos son utilizados grabar sonidos del planeta y analizar sus características. En 2020 una red de globos pudo medir un gran terremoto de magnitud 7,3 a más de 3.000 kilómetros de distancia gracias a las ondas de sonido que captaron. Esto también permitirá usarlos en exploraciones a otros planetas, como observar la actividad volcánica de Venus a través de su espesa atmósfera.

Para llegar a la estratosfera, el equipo de Bowman construyó varios lobos que miden entre 6 y 7 metros de ancho. A pesar de su gran tamaño y capacidad de recolección de datos, estos son relativamente simples.

«Nuestros globos son básicamente bolsas de plástico gigantes con un poco de carbón en el interior para oscurecerlos – explica Bowman –. Los construimos con el plástico que utilizan los pintores para proteger los suelos, cinta adhesiva y carbón para pintarlo por fuera. Cuando el sol brilla sobre los globos oscuros el aire del interior se calienta y se eleva. Esta energía solar pasiva es suficiente para llevar los globos desde la superficie a más de 20 km de altura. Cada globo apenas cuesta unos 50 euros y se puede construir en una pista de baloncesto”.

El equipo de Bowman detectó sonidos de baja frecuencia con microbarómetros, que originalmente fueron diseñados para monitorear volcanes. Después de soltar los globos, rastrean sus rutas usando GPS, una tarea necesaria ya que los globos a veces navegan cientos de kilómetros y aterrizan en lugares de difícil acceso. Pero, debido a que los globos son económicos y fáciles de construir y lanzar, pueden liberar muchos globos y recopilar más datos.

La estratosfera es una capa relativamente tranquila de la atmósfera terrestre que debido a su altura rara vez se ve perturbada por aviones o turbulencias. Allí los micrófonos captan una variedad de sonidos que no se escuchan en ningún otro lugar: sonidos naturales de las olas del mar y truenos que chocan, sonidos creados por humanos como turbinas eólicas o explosiones, e incluso sonidos con orígenes desconocidos y precisamente estos últimos son los que el equipo de Bowman ha detectado, según los resultados presentados en la reunión anual de la Acoustical Society of America.

«En la estratosfera hay misteriosas señales de infrasonido, pero la fuente de estas es completamente desconocida – concluye Bowman –. Las he estado analizando durante aproximadamente 10 años y el hecho de que haya sonidos misteriosos que no entiendo es preocupante. Y no, no sabemos qué es”.

 

Fuente: adslzone