Hay muchas tareas de mantenimiento que solo podrá realizar un mecánico y para lo cual necesitarás visitar el taller. Pero es importante saber dividir y profundizar en aquellas de las que sí te puedes ocupar por ti mismo, como hacer el cambio de las luces traseras y los faros en caso de que sea necesario. Pero este es solo un pequeño ejemplo, dado que hay muchas otras cosas de las que te puedes ocupar tal y como verás a continuación.

Comprobar la presión de los neumáticos

Una presión inadecuada en los neumáticos no es algo que resulte recomendable a ningún nivel. Te puede llevar a sufrir accidentes o a tener otros problemas. La buena noticia es que aprender a medir la presión en las ruedas no es nada complicado. Lo tendrás que hacer teniendo en cuenta dos cosas. La primera son los niveles a los que tenga que estar la presión en tu vehículo. Es importante que recuerdes que cada coche tiene sus propias medidas, así que ten cuidado si buscas la información online. En su lugar, es preferible que localices esos datos en el interior del vehículo. El segundo aspecto a tener en cuenta es que necesitas un manómetro de presión. Pero no te preocupes porque son realmente baratos. Los puedes comprar en Amazon por menos de 20 euros.

Dicho esto, comprueba la presión de forma habitual y si notas algo raro en los neumáticos, intenta tener entre tus herramientas un compresor de aire para tu coche. Con uno de estos equipos podrás salir del apuro en cualquier tipo de situación y así saber que tus neumáticos siempre estarán en el mejor estado.

Rellenar el líquido del limpiaparabrisas

Más de un conductor ha dejado de usar el líquido del limpiaparabrisas durante una temporada porque se le ha agotado y ha esperado hasta la visita al taller para que se lo recarguen. Pero, en realidad, es algo realmente básico que se puede hacer sin ayuda. Necesitas comprar el líquido y luego buscar el puerto donde lo tienes que colocar. Para ello, mira el manual de tu vehículo, pero se encuentra bajo el capó y no suele tener mucha pérdida. Hay quien vierte el líquido directamente desde la botella, pero si no te ves capaz, lo mejor es que uses un embudo.

Cambiar las luces traseras y los faros

No, no tienes que llevar el coche al taller para esto. Es posible que pienses que se trata de un componente de volumen e importancia en tu coche, pero de su cambio te puedes ocupar por tu cuenta. Y como es algo tangible cuyos resultados verás al instante con la nueva luz que pongas, seguro que es algo que te encanta cambiar.

En la mayoría de vehículos no te tienes que complicar para el cambio. Busca el ángulo correcto para desenroscar la bombilla original y luego pon la nueva que hayas comprado. Utiliza Google con la intención de comprobar las bombillas que necesita tu modelo de coche y echa un vistazo en YouTube para ver tutoriales de personas que te muestren cómo hacer el cambio. No es algo complicado, pero es obvio que necesitas un poco de guía. En cualquier caso, no te costará encontrarla.

Revisar el nivel de aceite

Una gran parte de conductores ya no se tienen que preocupar por este problema, pero todavía son millones de personas las que se encuentran con la necesidad de hacerlo. Si quieres optimizar los cambios de aceite, será recomendable que hagas un pequeño apaño si te encuentras con algún tipo de problema o filtración. En ese caso, lo que tienes que hacer es, primero, confirmar que necesitas un poco de aceite extra.

Para ello, localiza el indicador de aceite, sácalo y límpialo bien. Cuando ya lo tengas listo, ponlo de nuevo en el depósito de aceite. Vuélvelo a quitar y ahora ya tendrás una marca real del nivel de aceite que tiene tu vehículo. A partir de ahí solo tendrás que rellenarlo tal y como lo necesites.

Arrancar la batería

Esta es una de las peores situaciones que se puedan imaginar si no tienes mucha confianza en tus habilidades para el mantenimiento de tu vehículo. Pero la realidad es muy simple: cuando ya hayas arrancado la batería por primera vez, no volverá a preocuparte, porque sabrás que es un proceso básico. Necesitarás, por supuesto, las pinzas de conexión para poder enlazar los dos vehículos. Es recomendable que los cables de las pinzas sean largos, puesto que a veces es un poco molesto tener que estar moviendo el otro coche y reduce mucho el ánimo de las personas implicadas.

Después de eso tendrás que hacer la conexión. Pon uno de los cables rojos en cada coche y también uno de los negros. El cable negro que conectes en el vehículo sin batería no tiene que ir a esta, sino a otro espacio donde puedas ponerlo. Ahora se tiene que poner en marcha el coche que tiene la batería activada. Cuando hayan pasado unos minutos, enciende el coche que necesita la ayuda y el motor se pondrá en marcha. Luego haz la desconexión de los cables en el orden opuesto en el que los pusiste y deja encendido unos minutos el coche cuya batería ha vuelto a encenderse. Después conduce entre 15 y 20 minutos y la batería se recargará.

¿Qué más tener en cuenta?

La aventura de comenzar a hacer mantenimiento de tu vehículo es más que probable que te guste y que cada vez quieras saber más. Aunque hay limitaciones, puedes aplicar las ideas que te hemos dado para que vayas ganando confianza y te ocupes de revisar tu coche, especialmente si lo has comprado de segunda mano. Además, no te olvides de la importancia que tiene contar con un kit de herramientas para tu vehículo y conocer la máxima información de tu modelo de coche concreto. Eso te ayudará a evitar problemas y a saber, en todo momento, que estarás haciendo lo mejor para tu vehículo. Además, no te olvides del manual de tu coche, el cual suele tener un gran volumen de páginas, pero que también esconde mucho de lo que necesitas saber.

 

Fuente: adslzone