Programadores, diseñadores o periodistas, entre muchos otros, han encontrado en ChatGPT una herramienta que puede ayudar a reducir tareas monótonas. Pero, en muchos de los casos, se utiliza sin informar a los superiores acerca de ello. No obstante, esto es algo que posiblemente cambie pronto, dado que las empresas saben la relevancia que tienen estas herramientas y van a tomar medidas para ello. Tal y como te vamos a comentar, el proceso de cambio ya ha comenzado.

La IA se cuela en la oficina

Usar la inteligencia artificial durante el trabajo no tiene que ser algo negativo. Por ejemplo, se puede usar para tareas tan sencillas como retocar fotos antiguas o consultar datos de todo tipo. En realidad, en esta nueva era a la que se enfrenta la sociedad, cada empresa establecerá unos límites y una serie de pautas que sus trabajadores deberán tener en cuenta para saber hasta dónde pueden usar la IA. Hoy día se trata de una tecnología que todavía está dando sus primeros pasos y que solo ha comenzado a empezar a colarse en las oficinas. Posiblemente falten varios años hasta que herramientas como ChatGPT estén gestionadas en el contexto real del trabajo.

Algunos profesionales creen que la IA llegará a utilizarse tanto en el día a día laboral como el móvil o el ordenador. Será un tipo de herramienta a la que se recurra cuando haga falta teniendo en cuenta siempre los límites y condiciones que haya establecido la empresa. Y para que se entienda, leemos cómo el experto Michael Chui, de McKinsey Global Institute, comenta en la CNBC que con la llegada de la IA está ocurriendo lo mismo que en la era clásica del móvil. Como dice, en aquellos tiempos había empleados que llevaban su propio dispositivo a la oficina antes de que los negocios comenzasen a comprar teléfonos para sus trabajadores. Ahora, eso es algo que está pasando también con ChatGPT. Por lo tanto, aunque hoy día se usa la IA sin ningún tipo de control, en el futuro las empresas lo incluirán en los distintos elementos tecnológicos a supervisar.

Situaciones posibles

Por ahora es difícil saber cómo actuará el grueso de las empresas y cuál será el enfoque definitivo que se adoptará con ChatGPT o las otras IA que se están multiplicando. Habrá casos en los que quizá estas herramientas queden prohibidas, mientras que en otros los chats de los trabajadores podrían ser monitorizados. No obstante, lo que recomiendan los expertos es que todas las empresas comiencen por un punto de partida obvio: la seguridad.

Lo que más debería preocupar a las empresas en estos momentos es que se filtren datos corporativos potencialmente confidenciales a través de los chats que algunos trabajadores tienen con la IA. Por ello, se tendrán que implementar una serie de directrices para que los empleados las sigan y que así no expongan ningún tipo de dato sensible. Otra forma de controlar los incidentes y poder anticiparse a ellos sería con el desarrollo de programas de IA exclusivos. En realidad, aunque esto hoy día no parece demasiado viable para negocios pequeños, sí que resulta una opción lógica para las grandes empresas.

IA-seguridad

Con un sistema de GPT propio, las empresas podrán configurar una información concreta que carguen en la IA y que la compartan con sus empleados. Las respuestas siempre estarían registradas y almacenadas y el acceso a la inteligencia artificial desde el exterior de la empresa no sería posible. Esto ayudaría a mantener la seguridad y así evitar incidentes que se puedan haber visto motivados por la falta de control en la IA que se esté usando. Por supuesto, este tipo de herramienta personalizada limitaría mucho el uso de ChatGPT, pero no hay duda de que las empresas tendrían el control.

Los profesionales, por ejemplo, podrían pedirle a ese GPT de su empresa que les recordase información concreta que necesiten durante el trabajo o que les ayudase con otro tipo de procesos. Sería una buena manera de ahorrar recursos y de aumentar la productividad. No obstante, por ahora es un plan que se está adoptando muy lentamente y son muchas empresas las que todavía no han pensado en qué hacer al respecto. En cualquier caso, para prevenir, es mejor no fiarse mucho de la IA, por mucho que diga, como en la imagen anterior que te enseñamos, que tu conversación con ella es segura.

 

Fuente: CNBC | adslzone