La carga inalámbrica, un paso más del coche eléctrico

La carga inductiva inalámbrica para los coches eléctricos podría ser algo fundamental en el futuro, pues todo apunta a que esta carga del vehículo electrificado en el futuro podría ser simplemente una cuestión de aparcar, y cuando volvamos a él que esté completamente cargado.

Por eso, y una vez que nos acostumbremos, es probable que no pensemos en la carga manual. Todo ello es lo que se ve a partir de la carga inalámbrica actual del coche eléctrico, que ya está funcionando en ciertas marcas, y que se ve muy bien para el uso que podemos tener en nuestros días.

El motivo de esta tecnología es debido, en cierto modo, a que, en tanto que se tiene que usar casi a diario, el formato con cables puede ser un proceso algo tedioso y, en algunos momentos, hasta frágil. Pero, ¿en qué fase de desarrollo se encuentra esta inalámbrica?

Todo pasa por la desaparición de los cables

Porque sí; una vez que ya tenemos medianamente asentados estos vehículos y sus estándares de carga, los siguientes escalones nos llevan directamente hacia cargas más rápidas donde el vehículo recargue el 100% de su batería en apenas unos minutos.

Pero hay ciertos fabricantes que van un paso más allá y ya declaran que el futuro pasa indudablemente por la desaparición de los cables, creando así un entorno totalmente inalámbrico.

Como tal, lo que se ve para el futuro no es otra cosa que el conductor pueda abandonar el coche en casa en el lugar que desee, sin tener que posicionarlo cerca de un cargador para enchufarlo. Tampoco estar pendiente de si alinea el coche correctamente sobre la plataforma de recarga inalámbrica.

Esto es algo que ya se está observando con marcas como Audi, BMW o Mercedes, aunque estas tres marcas aún como un sistema de apoyo a la carga vinculada, puesto que, en realidad, todavía se encuentra en fase de desarrollo, y se prevé que en apenas unos años se pueda utilizar en la mayor parte de los vehículos. Una de sus principales ventajas es la comodidad que ofrece al no tener que enchufar y desconectar el vehículo cada vez que se carga.

El concepto del robot autónomo

Como decimos, y prescindiendo de cables que conecten al dispositivo y el punto de carga, el sistema más utilizado para esta acción es el de carga inalámbrica por contacto. Para ello, se necesitan dos dispositivos distintos. Por un lado, una base conectada a una fuente de energía y, por el otro, un dispositivo receptor. Parecido al caso de los smartphones, el cargador es la base o estación de carga, y el teléfono es el dispositivo receptor de la electricidad. Pues algo similar con el coche eléctrico.

Su ventaja, claro está, es la comodidad, pues bastará con colocar el vehículo sobre una base o plataforma. Actualmente, los sistemas que se manejan se hallan con opciones como la del robot autónomo, en la cual este tiene su propia base. Cuando detecta que el coche se ha estacionado, se desliza hasta un máximo de nueve metros de distancia (la medida del cable) y se sitúa bajo el coche. Allí, eleva una almohadilla que hace contacto con otra en el vehículo receptor y este recibe la energía eléctrica mediante carga inductiva.

Con un ajuste fino de la señal en función de la distancia, y con la ayuda de condensadores, la carga inalámbrica puede resultar práctica para los vehículos eléctricos sin perder demasiada energía por el camino.

 

Fuente: adslzone