¿Por qué? Porque si tenemos un cable obsoleto, puede que estemos perdiendo calidad, funciones como el HDR y mucho más.

La importancia de un HDMI 2.0 o superior

Teniendo en cuenta que físicamente no han cambiado, puede que en casa tengas un HDMI desde hace un tiempo y sea con el que conectas al televisor tu consola, tu decodificador, reproductor Blu-ray o cualquier otro dispositivo compatible. ¿Y qué pasa? Que probablemente se trate de un HDMI 1.4.

Para que te hagas una idea de lo necesario que sería un cable más moderno, vamos a comentar brevemente las principales novedades que introdujeron los cables HDMI 2.0 y 2.1. En cuanto al primero, esta nueva generación de cables ofrece un incremento de ancho de banda que alcanza los 18 Gbit/s. Además, incluye soporte 4K, relación de aspecto 21:9, 32 canales de audio, entrega simultánea de dos streaming y extensiones de comandos CEC para controlar múltiples dispositivos desde un punto único. El HDMI 2.1, por su parte, incrementa el ancho de banda hasta los 48 GB/s y permite resoluciones de hasta 10K. Además, se incluye soporte HDR dinámico.

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También son importantes para videojuegos. Las consolas de nueva generación, PS5 y Xbox Series X, incluyen cable HDMI 2.1 (aunque de no demasiada calidad), también conocidos como Ultra High Speed HDMI, siendo el único que le va a sacar todo el partido al estándar HDMI 2.1 de los televisores y monitores.

La importancia aquí, además de la resolución, también está en el número de fotogramas por segundo (fps) que vais a conseguir. Tener una televisión de 120 Hz y no enchufar la consola con un HDMI 2.1 es un pecado por el que estaremos desaprovechando el potencial de la Smart TV. En el caso de los HDMI 2.0, la limitación es 4K y 60 fps (fotogramas por segundo) u 8K a 30 fps. Para HDM 2.1 la limitación se incrementa hasta 60 Hz para 8K y 120 Hz para 4K.

Subidón de calidad de imagen por poco precio

Si vuestras teles, monitores, consolas o equipos son capaces de alcanzar 4K con HDR, tendríais que ir directos a por un cable 2.0 o 2.1, ya que sin un cable HDMI de estas características no podréis alcanzar dichas resoluciones o el resto de las ventajas que ofrece.

Para curarnos en salud, mejor optar por un 2.1 y así preparar el terreno para el día de mañana en caso de que todavía no vayáis a sacar el máximo partido posible.

Como podéis ver, no se necesita de una inversión muy elevada para encontrar el acompañante perfecto para vuestra nueva Smart TV y así sacar todo el jugo posible de la máxima calidad de imagen que ofrezca todo aparato conectado mediante HDMI. Por unos 10 euros de media, son varias las alternativas de cables robustos, de clase 2.1 y baratos que vais a encontrar en cualquier comercio.

 

Fuente: adslzone