Las baterías de StoreDot como solución

Seguramente hayamos escuchado eso de ‘mientras que no tengamos baterías de estado sólido, los coches eléctricos tienen un problema’. Y es verdad, pero se les piensa poner solución a ello.

Porque, a pesar de los avances de las baterías de iones de litio, las más empleadas por su buena capacidad energética, esta no alcanza por ahora la que puede encontrar en un depósito de gasolina, salvo que se sume un peso enorme al vehículo. De todas formas, ahora hemos conocido de la mano de StoreDot, un fabricante de baterías que ya piensa en poner remedio a este problema antes de que estas lleguen.

Así, Storedot ha indicado que en 2024 podrán iniciar la producción de sus avanzadas baterías de carga ultrarápida (XFC) con una densidad energética de 300 Wh/kg, que tienen como objetivo conseguir una batería destinada al sector del transporte que recargue 160 kilómetros de autonomía en apenas 5 minutos.

Lo que vamos a tener con ellas

Entonces sí; hasta que lleguen (y se afiancen) las baterías de estado sólido, tenemos que seguir recurriendo a otras alternativas, y ahí parece que las de StoreDot están vistas como la gran idea para afrontar nuestros problemas de autonomía.

Es por ello que, entre los planes del fabricante israelí, participado entre otros por Mercedes, Vinfast, Samsung y TDK, ha mostrado que en dos años lanzarán su tecnología de baterías compatibles con unas recargas tan rápidas que acercarán al coche eléctrico a los tiempos de los coches con motor de combustión.

A través de esto, la compañía estará en condiciones de lanzar al mercado ya en 2024 una batería capaz de cargar electricidad equivalente a 160 kilómetros de autonomía en tan solo cinco minutos. Tras ese primer paso, StoreDot presentaría en 2028 -no estaría aún en disposición de lanzar al mercado- una batería capaz de cargar esos mismos 160 km en tres minutos y prevén que en 2032 serán capaces de lograr esos mismos kilómetros de carga en solo dos minutos.

Esto no es con otro motivo que hasta que lleguen las baterías de estado sólido, las mismas que se encuentran todavía a unos 10 años de distancia. Ciertamente, no son una panacea para cualquier fabricante de vehículos que actualmente esté desarrollando arquitecturas de coches eléctricos de carga rápida.

¿Y qué sucede con las baterías de estado sólido?

¿Y por qué se busca tanto a las baterías de estado sólido? La respuesta es porque estas borrarían de un plumazo las limitaciones de las baterías de ion litio convencionales: su limitada autonomía y los tiempos de recarga exageradamente largos.

Unas ventajas que tampoco son pocas, pues también serían más limpias y seguras, ya que no suponen el mismo peligro de incendio que las que contienen líquido en su interior. Asimismo, y aunque la fabricación de baterías de estado sólido necesita mayor cantidad de litio, también requiere menos cobalto y grafito.

Una menor dependencia de estos dos últimos elementos también contribuiría a disminuir la huella de carbono en el conjunto de este proceso industrial, clave para alcanzar la electrificación completa del automóvil, prevista para el año 2050. Esta ventaja ecológica que añaden al panorama futuro las baterías de estado sólido les daría también una posición de ventaja frente a otras tecnologías.

De todas formas, como mencionamos, aún no se las espera hasta, al menos, 10 años, si bien por ahora solo se han producido avances en laboratorios. El motivo de esto es su problema de escalabilidad, poder industrializar el proceso de fabricación para producirlas a gran escala. Pero los fabricantes de coches están trabajando mucho en su desarrollo, como Mercedes, BMW, Stellantis, Toyota o Nissan, entre otras.

 

Fuente: adslzone