Ahorra combustible, pero con cautela

Lo cierto es que, recorriendo los mismos kilómetros, podemos llegar a ahorrar varios litros a los 100 con solo seguir algunas directrices que conoceremos a continuación.

Así, aunque los combustibles no han llegado a bajar lo suficiente pese al descuento gubernamental, podremos salir de vacaciones y disfrutarlas como es debido economizando más nuestros trayectos y destinando un dinero extra a otras cosas.

Del mismo modo, es algo importante que tengamos algo en cuenta: y es que no todo vale para ahorrar. El motivo es porque podemos tener diferentes circunstancias que hacen que nuestro coche influya malamente en su rendimiento hasta el punto de fallar o estropearse peligrosamente.

Qué debemos saber

A pesar de todo esto, siempre está bien ahorrar y tener en mente todos los consejos posibles para gastar menos en combustible, ya que el gasto se podría reducir hasta un 10%.

Y es que son muchos los hábitos y vicios que vamos adquiriendo según pasan los años y los kilómetros al volante; muchos nos generan confianza, pero también los hay que nos suponen un consumo extra que notamos cuando tenemos que pasar por la gasolinera.

Olvídate de los acelerones

Es invierno y arrancamos el coche. Éste está frío y necesita unos minutos para que todos los circuitos cojan su temperatura óptima de funcionamiento.  En ocasiones caemos en el error de pensar que si pisamos varias veces el acelerador el motor se va a calentar antes y va a ofrecer una mejor respuesta cuando nos pongamos en marcha…

Error. La mecánica necesita de unos minutos para coger temperatura, y esta no la vamos a conseguir dando esos pisotones al motor, solo conseguimos revolucionarlo y malgastar carburante.

Cambia de marcha cuando toca

Como sabes, la primera velocidad solo sirve para poner en movimiento el vehículo, y transcurridos los primeros metros hay que engranar la segunda rápido. 

A partir de ese momento, y aunque muchos coches indican en qué momento cambiar de marcha, uno tiene que saber cuándo hacerlo porque es una de las formas de ahorrar combustible, sin caer en el ralentí y sin revolucionar el coche en exceso. En un motor diésel se ha de cambiar en torno a las 1.500 revoluciones, mientras que un motor gasolina ha de hacerlo a unas 2.000.

Ajusta la presión de las ruedas correctamente

El revisar la presión de las ruedas antes de salir de viaje puede ser muy útil, tanto para tu seguridad como para que gastes menos en combustible. Lo primero que debes tener en cuenta es que las ruedas deberían tener la presión exacta que indica el fabricante, aunque con climas más fríos o cuando el vehículo va muy cargado debería tener un poco más de presión.

Si los neumáticos tienen 0,5 bares por debajo de lo recomendado por el fabricante, el consumo aumenta hasta el punto de gastar lo equivalente a un depósito completo al año, ya que la resistencia del neumático se incrementa, pero tener las ruedas más hinchadas de lo normal también hace que la resistencia del neumático disminuya y aumente otra vez el consumo.

Mantén una velocidad uniforme

También es importante mantener la velocidad lo más uniforme posible, buscar fluidez en la circulación evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha si no es necesario.

Para decelerar, levanta el pie del acelerador y antes de accionar el pedal de freno, si la situación lo permite, puedes dejar que sea el freno motor el que actúe primero. Si has de frenar, hazlo de forma suave y reduce de marcha lo más tarde posible, con especial atención a las cuestas en bajada. Circulando a más de unos 20 km/h con una marcha insertada, si no pisas el acelerador el consumo de carburante es prácticamente nulo. Al ralentí, el coche consume entre 0,5 y 0,7 litros/hora.

 

Fuente: adslzone