La garantía legal de tu coche es algo a conocer

Como sabes, y bien a modo de prevención, siempre viene bien conocer la garantía del coche, ya sea nuevo o de segunda mano. En cierta manera, esto permitirá al cliente disponer de una cierta seguridad en caso de avería o problema.

Como tal, hablamos de la garantía del vehículo como el compromiso que adquiere el fabricante para reparar de manera gratuita las incidencias que registre el coche dentro de un periodo establecido. Básicamente hay que diferenciar entre dos tipos de garantías: la legal y la comercial.

Esta garantía de un coche nuevo cubre las reparaciones de defectos de fabricación, averías mecánicas, eléctricas y electrónicas salvo que sean producto del desgaste de las piezas y componentes.

Quedan cubiertas las averías que no sean de desgaste

Hablamos así de la que es una cobertura que ofrece tranquilidad al conductor, puesto que esto no es por otro motivo que sentirse amparado por la protección de la marca ante posibles deficiencias mecánicas de su flamante adquisición.

Sin embargo, y como suele ocurrir en la mayoría de estas cuestiones legales, la letra pequeña puede deparar sorpresas desagradables en el momento de ejecutar dicha garantía.

Del mismo modo, y como algo importante a valorar, es que desde este 2022 hacerse con un nuevo coche tiene premio, pues por ley ha aumentado esa garantía, pasando de los dos a los tres años. Con todo, ello viene con mejora para el consumidor, y es que los fabricantes deben asegurar las piezas de repuesto de sus productos durante diez años y no durante cinco, como ocurría hasta el pasado 2021.

Así pues, en la garantía legal quedarán cubiertas todas aquellas averías que no estén relacionadas con el desgaste de los distintos elementos que forman parte del vehículo y no tengan que ver tampoco con la falta de mantenimiento. Por tanto, no se incluirán piezas ni se aplicará la garantía en caso de:

  • Los cristales.
  • Los neumáticos.
  • Pastillas y discos de freno.
  • Filtros.
  • Escobillas.
  • La rotura prematura de elementos por mal uso de los mismos o por negligencia del conductor.
  • Averías originadas en determinados elementos y que aparezcan tras haber sido declarado el vehículo como siniestro total, pese a que su propietario haya decidido repararlo y seguir circulando con él.
  • Manipulación injustificada del kilometraje del vehículo.
  • Averías relacionadas con desastres naturales o causas ambientales.

No es lo misma que la comercial

Al igual que no es lo mismo lo que podemos tener con los coches de segunda, por ejemplo, algo importante a considerar, no obstante, es que no debemos confundir la garantía legal mínima con la garantía comercial. La comercial es una garantía adicional, aunque las dos pueden disfrutarse a la vez.

Algunas marcas ofrecen la garantía comercial de forma gratuita y voluntaria y puede durar hasta que acaba el tercer, quinto o séptimo de año de vida del vehículo o incluso por límite de kilómetros (dependiendo de la marca). Las coberturas de este tipo de garantía las especifica cada marca.

En ello, lo que sabemos es que la comercial se amolda a cualquier tipo de vehículo, ya sea por sus coberturas en cuanto a elementos garantizados, turbocompresor, cambio automático… Ya sea por su clasificación, turismos, vehículos industriales ligeros o pesados, motocicletas… O ya sea por los límites por avería de cada contrato, siempre se recomienda un límite mayor para fabricantes como Audi, BMW o Mercedes, ya que averías de estas marcas siempre van a ser de un importe mayor a la reparación de otras, a priori, menos fiables.

 

Fuente: adslzone