Un buen mantenimiento de la batería para el frío

Con la bajada de las temperaturas, la batería es el componente del vehículo que se ve más afectado. No en vano, aquellas que no están expresamente diseñadas para trabajar en condiciones extremas pueden perder potencia cuando la temperatura cae al punto de congelación.

De hecho, este es un proceso que se intensifica en temperaturas bajo cero, tanto en los coches de segunda mano como en los más nuevos. Por ello conviene saber que un buen mantenimiento puede evitar que la batería deje de funcionar en el momento más inoportuno.

Dicho sea de paso, también cabe mencionar la mejora de la calidad de las mismas, que han alargado su duración media a algo más de 6 años, y que con un buen trato bien pueden llegar a los 7 u 8 años. Pero, ¿cuáles son los cuidados que tenemos que tener para que esta batería de nuestro coche no nos traiga problemas?

Qué hay que hacer

Con todo, el frío afecta a todas las baterías de plomo, normales, de bajo mantenimiento o sin él, y ya sean corrientes o stop & start. Por eso y pese a la evidente suavización del clima, la llegada repentina del frío puede reducir el amperaje real de nuestra batería a niveles insuficientes.

Esto será tanto para el arranque y hasta para los servicios principales, como el alumbrado. Por eso, lo más recomendable durante el invierno es que nuestro coche duerma en un garaje. De ahí la importancia de aplicar unas pocas normas generales que eviten esa reducción.

  • Protege la batería del frío. Lo ideal durante el invierno es resguardar el coche en un garaje. Pero no siempre es posible y tendrá que permanecer largas horas en el exterior a merced de las inclemencias, aunque se puede proteger la batería para que sufra menos. Una manta o una funda extendida sobre el capó ayudará a mantener la temperatura del motor durante la noche, aislando la batería del frío exterior.
  • Es importante revisar las baterías regularmente en un taller especializado.
  • Mantén los bornes siempre limpios. Limpia la tapa y los bornes con un paño anti-estático. Así se evitan las descargas accidentales debido al contacto de impurezas con los bornes.
  • Comprueba que está correctamente sujeta, para evitar vibraciones
  • Asegúrate de que haya una buena conexión eléctrica, examinando los bornes de conexión de la batería y apretándolos si es necesario.
  • Potencia que la batería esté permanentemente cargada durante los meses de invierno resulta de mayor importancia. Procura hacer recorridos largos para ello.
  • Ojo con el agua. Con lluvia, conviene limpiar el acumulador para evitar que se ensucien los conectores y se pierda el contacto, ya que, en tal caso, no se recarga la batería.

Por qué puede fallar más

De la misma forma, y más allá de la llegada repentina del frío, algo curioso de las baterías del coche es que tienden a sufrir más por lo que han pasado en verano. O lo que es lo mismo; su deterioro se produce en verano, puesto que la batería es un producto activo que sufre desgaste con el tiempo, se use o no, y por lo tanto llega un momento en el que pierde todas sus prestaciones y deja de funcionar.

Y es que, a pesar de que la batería se almacene en condiciones óptimas, está continuamente sometida a un proceso de autodescarga por el que, cuando las temperaturas son elevadas como puede ser en verano, provocan una mayor autodescarga de la misma.

 

Fuente: adslzone