La pegatina de la ITV corrobora la inspección

Como sabes, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) se encarga de revisar y asegurar que los vehículos que circulan en carretera mantengan unas condiciones de seguridad por encima de los mínimos exigidos, con el fin de minimizar el riesgo de accidentes por causas técnicas y reducir las emisiones de los gases de escape.

Para ello, la ley establece una periodicidad mínima con la que los vehículos deben pasarla, así como situaciones extraordinarias que obligan a acudir a la revisión. Cada una de estas inspecciones queda corroborada con la característica pegatina que se coloca en el parabrisas del coche cuando ha pasado el examen de manera satisfactoria.

Cumpliendo las condiciones mínimas de seguridad, en ella encontramos también la fecha de caducidad de la ITV, es decir, el mes en que, como muy tarde, dicho vehículo debe volver a pasar la inspección. En definitiva; todos los coches que hayan conseguido una ITV favorable reciben esta pegatina. Pero, ¿qué hay de su colocación?

No deben dificultar la visibilidad

Como curiosidad, el color de la pegatina de la ITV no es aleatorio, y cambia en función del año en el que nos caduque, esto sirve para que los agentes de la autoridad puedan comprobar de un vistazo rápido si tienes la inspección caducada. Los colores que se utilizan son verde, amarillo y rojo.

En el caso de vehículos que tienen parabrisas, la pegatina se coloca en el ángulo superior derecho del parabrisas por su cara interior. En el resto de los vehículos, el distintivo se coloca en un sitio bien visible. Tiene que estar ubicado en el lugar correcto que será aquel en el que resulte visible para el caso de que los agentes de tráfico soliciten el examen de la misma.

Con esta apreciación, en teoría, sí se permiten los adhesivos sobre la carrocería, aquellos que, colocados sobre los cristales (ambos parabrisas, ventanas laterales y retrovisores), no dificulten la visibilidad del conductor. Esto es algo que la DGT ha querido centrarse especialmente, y la sanción no es precisamente pequeña.

La sanción aumenta por no llevarla (y por llevar muchas)

Por tanto, y según la norma, no llevarla puesta en el coche puede suponer una multa al propietario de 80 euros. Pero en el caso contrario, donde los coches aparecen con más de una de estas tarjetas de colores, puede suponer sanciones hasta más altas, por curioso que parezca.

Concretamente, y si llevas muchas de estas pegatinas en tu parabrisas, un Agente de Tráfico podría sancionarte por «conducir un vehículo cuya superficie acristalada no permite a su conductor la visibilidad diáfana de la vía». ¿El importe de esa sanción? 200 euros, pero sin retirada de puntos. Y es que, en el parabrisas, solamente deberían colocarse la pegatina de la ITV, el distintivo medioambiental y el sello del telepeaje.

Esto quiere decir básicamente que a excepción de esta pegatina de la ITV, que debe colocarse en la esquina superior derecha de la luna delantera, y del distintivo medioambiental, que debería colocarse en la esquina inferior derecha del parabrisas, no está permitido colocar ningún tipo de adhesivo, pegatina o lámina adicional que entorpezca la visión del conductor.

 

Fuente: adslzone