Un combustible dual para salvar a los coches diésel

Porque son varios son los proyectos destinados a salvar al motor diésel y gasolina, que está destinado a desaparecer en todos los coches nuevos que se vendan en Europa a partir de 2035.

Y, si bien es cierto que aún queda mucho por negociar para que la implementación de esta medida sea real, la tendencia es esa y el mercado no es ajeno a ello, por lo que el coche eléctrico va ganando terreno irremediablemente. Pero también es verdad que, aunque sea la opción más aplaudida, también están apareciendo algunas otras soluciones para hacer porque los coches diésel no desaparezcan.

Una de ellas, por ejemplo, es la que tiene que ver con las inyecciones de hidrógeno a este tipo de vehículos, y que se hacen cada vez como tecnologías reales para que estos motores no se pierdan del mapa. Entre las últimas investigaciones nos encontramos al equipo australiano de UNSW Syndey, quienes desarrollaron un sistema de combustible dual de hidrógeno-diésel.

De qué tratan estas inyecciones de hidrógeno

Porque, ¿qué es lo que ocurrirá con los miles de millones de vehículos con motor de combustión existentes en la actualidad tanto en la automoción como otras industrias y sectores, y a los que se unirán muchos otros en los próximos años? Es a eso a lo que han querido recurrir estas investigaciones (aunque no son las únicas).

Hablamos principalmente de que inyectar hidrógeno en un motor diésel se puede y, además, es bueno, porque reduce el consumo de combustible, las emisiones de partículas nocivas y CO2, además de prolongar la vida del propio motor.

La idea que persigue la inyección de hidrógeno es introducir, en el funcionamiento tradicional de un motor diésel, una mezcla de gasóleo e hidrógeno, en la que el hidrógeno contribuya a esa combustión más limpia. Evidentemente, lo interesante en esta tecnología es que se utiliza hidrógeno verde en un 90% de la mezcla de combustible que alimente a estos motores. Este hidrógeno es un combustible mucho más ecológico que el diésel, creado utilizando fuentes de energía limpias y renovables como son la solar y la eólica.

Así, en un artículo publicado en el International Journal of Hydrogen Energy, el equipo del Prof. Kook muestra que el uso de su sistema de inyección de hidrógeno patentado reduce las emisiones de CO2 a solo 90 g/kWh, un 85,9% por debajo de la cantidad producida por el motor de los coches diésel.

Menos caro, aumento de la eficiencia, más limpio…

La solución del equipo de la UNSW al problema mantiene la inyección diésel original en el motor, pero agrega una inyección de combustible de hidrógeno directamente en el cilindro. O lo que es lo mismo; tan solo requiere cambiar la cabeza de los pistones, el sistema de inyección y la ECU, lo que tampoco haría el proceso demasiado caro.

Así, mientras que se haga uso de hidrógeno verde, nos encontraremos con vehículos que antes funcionaban como diésel transformados en vehículos que no emiten ni un solo gramo de CO2.

Es importante destacar que el que podría ser este nuevo sistema de inyección directa de hidrógeno-diésel de doble combustible no requiere hidrógeno de altísima pureza, que debe utilizarse en los sistemas alternativos de pilas de combustible de hidrógeno y cuya producción es más cara. En ello, también ha demostrado un aumento de la eficiencia de más del 26% en comparación con los motores diésel existentes.

Asimismo, los investigadores australianos afirman que cualquier motor diésel utilizado en camiones y equipos de potencia en los sectores del transporte, la agricultura y la minería podría adaptarse al nuevo sistema híbrido en sólo un par de meses.

 

Fuente: adslzone